La quinta temporada de Black Mirror ya está disponible en Netflix. Estos esperados tres episodios llegan meses después de la película interactiva Bandersnatch, el último proyecto del equipo de Charlie Brooker sobre la sociedad y su relación con la tecnología. Ahora los espectadores no tenemos el poder absoluto sobre lo que le sucede a los protagonistas, pero la narración atrapa por igual.
Striking Vipers, Smithereens y Rachel, Jack and Ashley Too, son los títulos de estos tres episodios que han generado críticas positivas y negativas por igual. El primero es el que ha tenido un efecto en redes sociales curioso al descubrir un 'crossover' de DC y Marvel.
Ese episodio está protagonizado por Anthony Mackie y Yahya Abdul-Mateen II, ambos dan vida a héroes y villanos de ambos universos. El primero es Falcón en el Universo Cinematográfico de Marvel mientras que el segundo es Black Manta en DC, en concreto en Aquaman. Esto ya de por sí es un 'crossover' entre ambos universos, pero no es del que hablamos.
La historia de estos personajes transcurre fuera y dentro de un videojuego llamado como el episodio, 'Striking Vipers', en el que los jugadores luchan al más puro estilo 'Tekken', aunque ahora sienten todo lo que les sucede a los personajes dentro de la pantalla. Así, el personaje de Abdul-Mateen decide elegir a Roxette para que luche por él mientras que el de Mackie a Lance. Es decir, Pom Klementieff, que en Marvel es Mantiss, y Ludi Lin, que era el Capitán Murk en Aquaman, protagonizan el segundo 'crossover' que se une con el primero dado que las elecciones de personajes se realizan de forma cruzada -sí nuestro cerebro también acaba de explotar-.
Esta unión de casualidades convierte a DC y Marvel en dos de los universos más lucrativos para los actores que han trabajado o trabajan en ellos. Uniéndoles una y otra vez en otros proyectos cinematográficos, sin ir más lejos Men in Black: International, lo último de Chris Hemsworth está también protagonizado por Tessa Thompson, con quién luchó mano a mano en Thor: Ragnarok.
