¡Cuidado, SPOILERS! No sigas leyendo si no quieres saber nada de 'The Good Doctor'
En el nuevo episodio de la tercera temporada de The Good Doctor, Shaun ha dado un gran paso adelante en su carrera profesional y se ha enfrentado a sus superiores de manera airosa. En el capítulo titulado 'First Case, Second Base', el personaje de Freddie Highmore supera otra barrera en su relación con Carly y, al mismo tiempo, lidera su primera cirugía.
En el terreno personal, Carly y Shaun cada vez están más cariñosos y se ponen mimosos mientras ven una película. Mientras Carly le llena de besos, le toca la cara y después el pecho, algo que pone incómodo a Shaun. Al día siguiente, lo habla con Lea y le explica que no se siente cómodo haciendo varias cosas a la vez, prefiere centrarse en un único movimiento. Pero Shaun tiene otros motivos en los que centrarse: ha sido elegido para su primera cirugía.
La paciente es Beth, una aprendiz de chef que ha sido diagnosticada con cáncer de esófago. Parece una operación sencilla que, además, podría liberarla de la enfermedad por completo. Sin embargo, pronto se dan cuenta de que va a haber complicaciones. Andrews obliga a Shaun a decirle a Beth que va a necesitar un tubo digestivo, a pesar de que, en primer lugar, parecía que no. La paciente no se lo toma muy bien y pide que la operación la realice otro médico. Lim hace de intermediaria y le asegura a Beth que Shaun es un buen cirujano, a pesar de que sus palabras no hayan sido las más acertadas. Le dice que, si no confía en él, entonces no confía en el jefe de cirugía del hospital y, por lo tanto, puede pedir ser trasladada a otro centro. Con este ultimátum, Beth no tiene otra opción más que aceptar.
Shaun está decepcionado consigo mismo, ya que cree que si Andrews tiene que hacerse cargo, entonces no es un buen profesional. Al día siguiente, Glassman le apoya por completo y le regala un gorro quirúrgico que utilizó él en su primera operación. Ya en quirófano, Shaun se quita la máscara en mitad de la intervención y, aunque parece un ataque de pánico, el cirujano explica que el tumor está menos extendido de lo que pensaba, por lo que se puede reconstruir en lugar de ponerle un tubo digestivo. El único problema es que se trata de una cirugía demasiado avanzada y él no puede hacerse cargo.
En definitiva, Shaun no ha podido completar su primera operación, pero ha sido lo bastante inteligente como para hacer un nuevo diagnóstico y dejar que un cirujano más experimentado que él tratase a la paciente, aumentando así sus probabilidades de salir con vida. Lim ha visto que trabaja bien y confía en que pronto podrá liderar su propia cirugía. En cuanto a Carly, esta acepta que su pareja no pueda hacer dos cosas a la vez y, en lugar de besarle, le coge la mano y se la pone en sus pechos, a lo que Shaun responde: "No tiene ningún bulto". Parece que ha sido una buena semana para Shaun.