Si te gustó la primera, la segunda te va a encantar. Sex Education sigue perfectamente todas las tramas de la anterior entrega en una nueva temporada que sigue siendo realista y con temas a tratar muy necesarios hoy día.
He podido ver ya todos los ocho episodios de esta esperada segunda entrega que se estrenará el próximo 17 de enero en Netflix y que cuenta esta vez con nuevos personajes que hace que la serie sea mucho más rica en detalles, tanto en historia como en aportación para las tramas de algunos que ya conocemos desde la primera entrega.
Cada episodio dura de nuevo unos 50 minutos que se hacen cortos y en cada uno de ellos tratan nuevos temas de la sexualidad que seguro que ayudarán a más de uno, ya sea en el amplio espectro de la orientación sexual o las relaciones en general. Y aunque ya vimos un episodio dedicado a la sororidad, en esta nueva entrega se superan con una trama que da énfasis en el apoyo y la empatía entre las mujeres.
Gillian Anderson consigue acertadamente mucho más protagonismo de lo que vimos en la primera entrega, consiguiendo así indagar en su relación con Jakob (Mikael Persbrandt) y cómo afecta esto a Otis (Asa Butterfield) y Ola (Patricia Allison). El único personaje que se me ha podido hacer un poco cuesta arriba es Jackson Marchetti (Kedar Williams-Stirling). Su trama se desinfla un poco pero es cierto también que termina siendo una buena guía para aquellas personas que puedan pasar por la misma situación que la de Jackson, pudiendo ver que hay una salida.
En definitiva, el sentimiento que tuve al ver por primera vez Sex Education que es la de desear haberla podido verla en mi adolescencia se ha acrecentado mucho más con esta perfecta segunda temporada de una de las mejores series de Netflix de la que esperamos que sea renovada pronto por una muy merecida tercera entrega.