“No te ha contado nada sobre nuestro mundo, ¿verdad? Hubo una epidemia de gripe, a principios de los 90. Fue como una plaga. Se extendió muy rápido. En cuatro años acabó con el 7 % de la población mundial”. Esta frase de diálogo que acabas de leer se escuchó por primera vez en televisión en 2017 de boca de una mujer llamada Emily, a la que interpretó la actriz Olivia Williams. Pertenece al episodio ‘Sacudir el árbol’ (1x05) de Counterpart, ficción protagonizada por J.K. Simmons que la cadena Starz canceló tras su segunda temporada y que puedes ver en España en HBO. Pero hace tres años, cuando el creador de este proyecto, Justin Marks, concibió la serie, las palabras “virus”, “pandemia” y “cuarentena” parecían muy lejanas. Hasta que en diciembre de 2019, la distancia entre el mundo pospandemia que plantea esta ficción y nuestro mundo comenzó a hacerse demasiado estrecha.
26 películas sobre brotes víricos y pandemiasCounterpart nace de la admiración de Marks de las novelas de espionaje y, en concreto, de las historias escritas por John le Carré y Graham Green. Pero también de su propuesta de crear una metáfora de la Guerra Fría. La historia de la ficción está ambientada en Alemania. Allí, un hombre llamado Howard -el personaje de Simmons-, un don nadie que trabaja como analista para la Oficina de Intercambio, una agencia de las Naciones Unidas, descubre que existe un universo paralelo al suyo y, por lo tanto, que hay otra versión de él. El Howard Prime -Prime World es la segunda dimensión y Alpha World la primera- trabaja como espía. Pero el mundo de este último sufrió una pandemia que provocó que estas dos dimensiones, iguales en su nacimiento, ya no se parecieran tanto. De ese virus que diezmó a la población ha pasado ya tiempo, pero lo más interesante que muestra la serie -atendiendo a los acontecimientos actuales- es cómo algo como lo que estamos viviendo ha cambiado a toda una sociedad... para siempre. Por eso, olvídate de Contagio, Estallido o cualquier otra película sobre pandemias. Counterpart es la ficción que deberías estar viendo en estos momentos.
La gripe
El virus de la serie -llamado en alguna ocasión Virus de Múnich- que diezmó a la población del Prime World no surgió de la nada. El episodio ‘Ciudades gemelas’ (2x06), una de esas joyas en forma de capítulo que dirige el propio Marks debutando así detrás de las cámaras, viaja al pasado para contar la historia de estos dos universos paralelos desde su creación y revela el origen de la pandemia. Sin entrar en demasiados detalles, desde el inicio de la ficción existe la creencia de que fue el Alpha World el que creó este virus y lo liberó en la otra dimensión, lo que provocó una especie de Guerra Fría. Su impacto fue crucial para poder entender los avances y retrasos del Pime World.
Fueron los cerdos los que contagiaron a los humanos y, después, la transmisión se produjo entre personas. En 1996, la gripe se generalizó y acabó, en un periodo de cuatro años, con el 7 % de la población mundial pese a las medidas de cuarentena tomadas para evitarlo. En 1999, por ejemplo, el Alpha World contaba con una población total de 6.048.679.354 y el Prime World con 5.592.724.795. ¿Los síntomas? Una fiebre que se va intensificando y que provoca la muerte de aquellos que han sido contagiados o, por el contrario, el ingreso durante meses en los hospitales.
El Prime World que nos muestra Counterpart es un mundo que ya ha superado la etapa que estamos viviendo en la actualidad y cuyas consecuencias son más que notables. Y, quizá, todo esto es lo que hace que sea más macabra, sádica y aterradora de lo que fue en su estreno. ¿Cómo cambiaremos cuando todo esto pase? No hay que esperar mucho tiempo en este universo paralelo para darse cuenta de que algo no anda bien. No solo porque las personas que caminan por sus calles, cogen el metro, acuden a hacer la compra o al trabajo llevan mascarilla; un accesorio que se ha convertido en lo habitual, un equivalente a llevar el móvil o la cartera siempre encima. Pero hay mucho más. Desde nuevas leyes criminales relacionadas con la salud a la transformación de los mundos de la publicidad y de la tecnología, incluso alteraciones históricas con acontecimientos que nunca han podido ocurrir.
No sabemos lo que el coronavirus va a durar entre nosotros, pero supongo que ya has empezado a ver ciertas similitudes entre Counterpart y nuestro mundo. La transmisión del virus se produjo de un animal -algunos dicen que el pangolín, otros que el murciélago- a un humano. El resto ya es historia. ¿Darse la mano en estos momentos? Impensable con la distancia de un metro de seguridad que debemos mantener. ¿Los síntomas del coronavirus? Fiebre, entre otros. Las mascarillas también se han convertido en un complemento más. También habrá que esperar para ver si nacen nuevas leyes criminales relacionadas con la sanidad o si terminamos con desinfectantes de manos en las esquinas de nuestras calles.
La sanidad y la tecnología
Gran parte de las medidas tomadas en el Prime World quedan resumidas en un anuncio de servicio público. En el episodio ‘El arte perdido de la diplomacia’ (1x03), cuando una de sus protagonistas va al cine, lo que se encuentra antes del inicio de la película no son tráilers o publicidad sobre coches, comida y videojuegos. Se encuentra con esto:
“Con el invierno en el aire, es un momento muy importante para actualizar tus vacunas. Puedes hacerlo con tu médico o en la clínica más cercana. Trae a tus amigos. Trae a tu familia. Y recuerda: cuando somo vulnerables a la enfermedad, ponemos a nuestros seres queridos en riesgo. Si alguien que conoces muestra síntomas de enfermedad y no busca ayuda, debes denunciarlo en la clínica de tu barrio. No denunciar la enfermedad de tus seres queridos es sancionable con una multa, pena de prisión y posible cuarentena. La salud personal es salud pública. Ciudadanos y familia por una Europa sana”, dice la voz del vídeo.
¿No te recuerda un poco a este que estamos viendo continuamente en televisión?
En Prime World, la pandemia que asoló el mundo -y, sobre todo, a Europa- no solo ha hecho que los niños lleven en el bolsillo siempre una mascarilla y ha convertido un simple resfriado en algo comparable a un crimen. También es ilegal el tabaco en todas las ciudades europeas y cosas como consumir carne de cerdo y saludarse dándose la mano se han convertido en tabú. Pero, por otro lado, el virus de la gripe también hizo que el desarrollo de la tecnología médica evolucionara, algo que, con el tiempo, le ha aportado una ventaja en comparación con el Alpha World.
“Durante esa época [la de la pandemia] hubo una pausa de entre ocho y diez años de cualquier desarrollo tecnológico que no fuese médico”, afirma Marks en una entrevista con TV Guide. Por eso, en el capítulo ‘Lo mejor de nosotros’ (2x10), cuando el director de diplomacia de la Oficina de Intercambio del Alpha World, Roland Fancher (Richard Schiff), negocia con su homóloga del Prime World, Irina Markova (Vera Cherny), cada uno de ellos intenta llevarse lo mejor de cada mundo. “¿Qué queréis a cambio?”, le pregunta ella. “El sistema de perfusión de sangre que acabáis de desarrollar [...] Tenéis algo que incrementaría nuestro éxito en trasplantes en más de un 50%”, responde él. “¿Y las técnicas de desalinización sin emisiones de carbono?”, rebaja Fancher ante la negativa de ella. “Solo por un dispositivo físico de memoria de un terabyte”, acepta Markova. Otra de las pruebas que evidencia la avanzada tecnología médica del Prime World son las estaciones de higiene que los viandantes pueden encontrar en las calles y lugares de ocio en las que pueden esterilizar rápidamente sus manos.
La Historia
De lo que este mundo paralelo no puede presumir, no obstante, es de otros artilugios tecnológicos como los teléfonos móviles. Simplemente porque la pandemia impidió que Steve Jobs inventase el iPhone. Como explica Marks:
Tomamos una decisión. Debido al florecimiento de Apple a principios del siglo XX, en nuestro mundo queríamos decir: ‘Bueno, ¿y si sucediera lo contrario?’ Por eso no vas a ver la tecnología de iPhone o de un ‘smarthphone’ a la que estamos acostumbrados. Aun así, no consideran sus teléfonos primitivos. Simplemente, siguen un vocabulario diferente al de nuestro mundo. Es como si Steve Jobs nunca los hubiese diseñado
Al igual que es imposible pensar en nuestro mundo sin algo como el iPhone, también lo es sin algunos acontecimientos históricos. Sobre todo, dos de los que han dado forma a nuestra sociedad tal y como la conocemos: la creación de la Unión Europea y los atentados terroristas del 11 de septiembre. Cosas que el Prime World nunca conoció. “El 11S nunca ocurrió allí [en el Prime World]. Es verdad. Eso se debe, mayoritariamente, a que la forma del mundo cambió después de que la gripe impactase a principios de los años 90. Al igual que está golpeando a nuestro mundo ahora. Las políticas cambian. Los detalles cambian”, reconoce Marks en un hilo de Reddit en el que responde a preguntas de los fans de la ficción y que se celebró hace dos semanas.
“No soy un gran determinista. La idea de que nos movemos en un camino ya establecido que no podemos alterar... Una cosa muy pequeña puede cambiar la trayectoria del mundo de forma indefinida. Así que queríamos mantenernos fieles a eso. No hay Unión Europea en el Prime World. Creemos mucho en eso”, continúa Marks. Y esto último, a su vez, también tiene consecuencias: la moneda en la ficción es el marco alemán y no el euro. ¿Te imaginas seguir usando pesetas?
Está claro que la pandemia que estamos viviendo quedará grabada en los libros de Historia y su aparición ha hecho que muchas cosas que iban a ocurrir no puedan hacerlo. Habrás leído titulares en algunos medios que afirman, por ejemplo, que el coronavirus ha alejado de Europa a los terroristas del ISIS. Y, en cuanto a los avances tecnológicos, el cierre de todas las actividades no esenciales -algo que ha ocurrido en España- impide que empresas dedicadas, por ejemplo, a ciertos campos del desarrollo tecnológico puedan operar y avanzar en algo que no sea puramente médico.
El turismo
Seguro que tú también has visto las imágenes de ciudades españolas totalmente vacías. Zonas de costa, sobre todo, que deberían estar llenas de personas caminando por ellas y que ahora están desiertas. El Prime World de Counterpart, años después, sigue enfrentándose a la caída del turismo. Por ello, recurre a la publicidad y a la arquitectura para intentar captar viajeros.
“Hay hermosos edificios en el horizonte de Berlín”, cuenta Marks. “Pero hay una pequeña cosa que desearía que la gente notase más […] No hay muchas luces encendidas en esas estructuras. No están habitadas. Veo Dubai y Abu Dhabi como grandes ejemplos de ciudades que se están construyendo más rápido de lo que se pueden habitar y queríamos hacer eso con Berlín porque así intentan retratarse como una ciudad robusta y decir a los extranjeros: ‘¡Ven a vivir aquí! ¡Todo es genial!”.
La publicidad también ha cambiado en el Prime World. No hay más que ver cómo son los anuncios de su metro. Además de los cientos de mensajes sobre la salud, también otras ciudades europeas intentan atraer a los turistas. Como cuenta Marks sobre Knut Loewe, el diseñador de producción de la ficción, en el episodio ‘Tierra de Nadie (Parte 1)' (1x09) se puede ver una de sus creaciones: un póster de París en el metro alemán cuyo mensaje, básicamente, es: “Es seguro volver a París de nuevo. ¿Por qué no nos visitas?”.
Recientemente, Marks ha compartido a través de su cuenta de Twitter una escena eliminada ambientada en el metro del Prime World. Un momento que no llegó al montaje final, pero que, al igual que todos los aspectos que ha ido mostrando la ficción, cobra mucha más relevancia ahora. La escena comienza con Emily viendo un cartel en el que se puede leer: “Vacuna de tres años. Para que no vivamos en un mundo dividido”. Básicamente, este anuncio hace referencia al distanciamiento social que estamos sufriendo ahora mismo y, en definitiva, cuenta que con las vacunas las personas pueden volver a abrazarse. Pero el vídeo compartido por Marks va todavía a más. En él, una pareja acude al metro y debe pasar por un detector de -posiblemente- temperatura corporal. Ella pasa limpia. A él se le enciende una luz roja y suena un pitido. Lo que indica que, dentro del transporte público, tendrán que tomar caminos separados. Ella pertenece al grupo de los “sanos” y éll al de los “no sanos”.
“Un pequeño ‘easter-egg’ que estoy publicando para los fans de Counterpart y los fans de la salud pública. Una escena eliminada de la segunda temporada (sí, con el permiso de MRC y disculpas por mi piratería). Así es cómo el Otro Lado maneja el transporte público. Me pregunto si deberíamos considerar lo mismo”, escribe el creador en su publicación.
Las siguiente líneas contienen ‘spoilers’ de Counterpart. No sigas leyendo si no has terminado o no has empezado la serie.
Una nueva pandemia
Si has traspasado la frontera del aviso de ‘spoilers’ y sigues leyendo… ¡bienvenido al pequeño club de aquellos que disfrutamos con Counterpart! Hemos tenido mala suerte. La ficción podría haber continuado contando la historia de los universos paralelos si hubiese sido emitida en otra cadena americana. El problema de su cancelación no tuvo que ver con la calidad de la serie, de la que podría decirse que tiene una de las tramas más inteligentes y mejor contadas de los últimos años de la televisión. El inconveniente fue pertenecer a Starz, cuya serie insignia en estos momentos es Outlander. La adaptación de la saga de novelas de Diana Gabaldon hizo ver a la cadena que pueden aprovechar el tirón de la audiencia femenina. De ahí que Jeffrey Hirsch, el CEO de Starz, comentase lo siguiente sobre la cancelación en Deadline:
'Counterpart' era una serie genial. Encontramos grandes compañeros en MRC y Justin [Marks] es un gran guionista. Pero era una serie complicada. Una serie muy masculina. Cogimos esa serie e hicimos y nos comprometimos a hacer dos temporadas antes de perfeccionar nuestra estrategia femenina ‘premium'
Pero antes de que la mala noticia llegase hasta el creador de la serie, este ya tenía planeado cómo continuarla. El último capítulo de la segunda temporada, titulado ‘Lo mejor de nosotros’ (2x10), terminó con un ‘cliffhanger’ que, curiosamente y tras su cancelación, adquiere un significado de final. En él se revela que los terroristas de Indigo liderados por Mira (Christiane Paul) han conseguido infectar a Yanek (James Cromwell), el creador de los universos paralelos, y provocar una futura pandemia en el Alpha World. Han cumplido con su venganza pese a que algunos miembros de la célula intentaron iniciar la propagación del virus con antelación inyectándoselo a sí mismos y viajar a diferentes ciudades para comenzar a contagiarlo. Hasta que llega Howard Prime y los mata a todos a punta de pistola antes de iniciar su travesía. Atención a los focos elegidos: Londres (Reino Unido), París (Francia), Múnich (Alemania), Estambul (Turquía), Varsovia (Polonia) y, finalmente, Madrid (España). Si comparamos este plan con la crisis del coronavirus en nuestro mundo, España, Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia son los países más afectados de Europa. Turquía, por su parte, lo es de Asia.
En el hilo de Reddit que hemos mencionado antes, Marks dio algunos apuntes sobre lo que iba a suponer la tercera temporada. Además de afirmar que iba a comenzar con el descubrimiento de un nuevo cruce entre los universos paralelos y que este estaría situado en Marruecos, los eventos tendrían lugar cuatro años después del final de la segunda entrega. El mismo tiempo que tardó el Prime World en superar su pandemia. De haber seguido, podríamos haber conocido los cambios que hubiese sufrido el Alpha World y, pese a que Marks no da demasiados detalles sobre sus planes con respecto a este nuevo mundo pospandemia, sí ha revelado que su mortalidad iba a tener el mismo ratio que en el Prime World. Incluso habían planeado hacer un episodio dedicado exclusivamente a cómo se propagó el primer para desvelar que, en realidad, se debió a un accidente. Pero recapitulemos un poco y volvamos al capítulo ‘Ciudades Gemelas’ (2x06). En él, además de contar cómo se iniciaron las primeras relaciones entre ambos mundos y cómo se formó la Administración -los creadores del cruce liderados por Yanek- de la Oficina de Intercambio, también se cuenta cómo Yanek, totalmente abatido por la muerte de su hijo y de que la versión de este del Prime World siga con vida, propone a su experto en inmunología, Juma (Ivanno Jeremiah), crear un virus como prevención de cara al futuro. El mismo que, años más tarde, inició la pandemia.
“La idea era responder cómo pasó al otro mundo. Cómo no fue el resultado de una decisión de la Administración, pero sí un accidente provocado por la incompetencia [...] Es bastante aterrador estar vivo en la actualidad […] Para ser claros, la Administración inventó el virus, pero no lo liberaron de forma intencionada. Su liberación iba a ser mucho más trágica y accidental. Algo totalmente evitable si hubiésemos mantenido los ojos abiertos. Pero después, su encubrimiento es lo que haría que todo saliese a la luz. La Administración sabía que eran responsables del virus, incluso sin haberlo liberado. Así que lo encubrieron, internamente y externamente con las Naciones Unidas para proteger la existencia del cruce. Ese es el verdadero pecado”, comenta Marks.
Fin de los ‘spoilers’.
Lo que Counterpart imaginó hace años y nos parecía una imposibilidad nunca ha sido tan real. “No es que la vida imite al arte”, comenta el creador de la serie. “Es sobre la negligencia causando el daño qe siempre hemos temido que cause. No valoramos nuestra salud lo suficiente en este mundo. Especialmente en nuestro país. Somos una especie muy frágil y espero que esto nos cambie para siempre. Toca cuidar de todos como si fuese un derecho humano”.
El problema es que la serie no muestra, salvo en contadas ocasiones, cómo fue el mundo durante la pandemia: cómo se colapsó la sanidad, cómo las personas comenzaron a usar mascarillas para salir a la calle, cómo las morgues se trasladaron a lugares públicos y cómo, entre otras cosas, la población se enfrentó a no poder despedirse de sus seres queridos muertos por el virus. Lo que Counterpart enseña es el después de todo eso. Precisamente, lo que nos queda por vivir. ¿Nos asustaremos cuando escuchemos a alguien toser? ¿Será un crimen no advertir que estamos enfermos aunque sea un simple catarro? ¿Nos separarán cuando cojamos el metro? ¿Contaremos con grandes avances médicos y escasos adelantos en otros campos? Eso ya lo veremos. De momento, como apunta un usuario en Twitter, nos toca vivir en nuestras propias carnes la continuación de la serie.