Si aún no has comenzado a ver la séptima temporada de Los 100 no sigas leyendo. Las siguientes líneas contienen 'spoilers'.
'Falsos Dioses', el capítulo 3 de la temporada 7 de Los 100, traslada de nuevo al espectador a Sanctum, tras el cambio de escenario que se vivió en 'El Jardín' (7x02) y toda la trama de los saltos en el tiempo y nuevos planetas.
Aunque las nuevas tramas que han surgido esta última entrega parecen muy interesantes, el creador de la ficción Jason Rothenberg no se olvida de la localización que movío los hilos en la temporada 6: Sanctum. Por este motivo, el tercer episodio va a estar acaparado por sus misterios y por todas las bandas que conviven juntos en esa "ciudad".
Clarke (Eliza Taylor) mantiene una profunda charla con Gaia (Tati Gabrielle), quien la ayuda a pasar el luto por su madre y entierran juntas el anillo de casada de Abby (Paige Turco) y la llama de la comandante. Pero, la llegada de Indra a la conversación baja de las nubes a la protagonista y la recuerda la ejecución de Russel (JR Bourne), quien está siendo manipulado por Seiheda (el comandante de la muerte) a través de su dispositivo mental.
Cuando parecía que esa iba a ser la única acción importante, Raven (Lindsey Morgan) descubre un reactor nuclear que alimenta a Sanctum, y no está funcionando como debería. Si no baja los niveles de radiación todos los presentes morirán abrasados. Para ello recluta a cuatro personas, dos deben ser Natblida (sangre negra). Emori (Luisa D'Oliveira), Murphy (Richard Harmon), Raven y un preso de la Elisius, Hatch (Chad Rook). Pero antes de formar este variopinto grupo, Clarke pedirá a Maddie que pida a alguien de Wonkru que ayude en esta misión, pero la excomandante desvela a su pueblo que ya no tiene la llama y se produce la primera brecha.
Por una vez Raven hará de Clarke y tendrá que decidir qué es mejor para todos arriesgando la vida de los demás. Hatch revela a Murphy que él y su mujer Nikki (Alaina Huffman ) erán ladrones de diamantes hasta que un día robaron un banco y mataron a todos los rehenes. El prisionero de la Elisius acaba muriendo por la radiación pero siente que ha hecho lo correcto. Pero, quien no opina lo mismo es su mujer, que da una paliza a Raven por lo ocurrido. ¿Será una de las nuevas amenazas?
Mientras tanto, Russel, o mejor dicho Seiheda, intenta manipular a los habitantes de Sanctum y tratar de que se pongan en contra de Clarke y se revelen contra ella. Un disparo desde la multitud hacia el falso dios hace que se posponga la ejecución, pero lo sorprendente es que muestra la confabulación de Jordan y el apoyo a Russel. Parece que a Clarke no paran de caerle nuevas amenazas y traiciones entre los suyos.
Fuente: Entertainment Weekly.