Si no vas al día con la séptima temporada de Los 100, no sigas leyendo. ¡Las siguientes líneas contienen 'spoilers'!
Tan solo quedan seis episodios para el final de la séptima y última temporada de Los 100, y 'A little sacrifice' (7x10) deja todo listo y preparado para las nuevas incógnitas que deberán ser desveladas más adelante. Muertes inesperadas, revelaciones de última hora y nuevas cargas emocionales han sido las protagonistas de este episodio.
El desastre de Sanctum
Sanctum sigue sin remontar. Sheidheda en el cuerpo de Russell (JR Bourne) se ha tomado la justicia por su mano y decide matar a todo aquel que no le sea fiel. Después de su matanza en el anterior episodio, su siguiente objetivo es Madi. La joven no puede hacer otra cosa que doblegarse ante el poder del nuevo dirigente de la ciudad. Indra, por otro lado, tiene pensado plantarle cara aunque esto suponga su muerte. En un intento por salva a la ahijada de Clarke, sin mucho éxito, termina arrodillándose ante el comandante oscuro. Pero, la joven y escurridiza Madi consigue escaparse. Es entonces cuando Sheidheda ordena a sus hombres a matar a todo aquel que se oponga, niños incluidos, y matar a Madi sea como sea.
En Bardo se avecina el caos
Mientras tanto, en Bardo la situación no resulta más favorable. Clarke (Eliza Taylor) sigue dispuesta a mantener el engaño sobre la permanencia de la llama en su cabeza para conseguir de Bill lo que quiere. Jordan, Gabriel y Nylah deciden quedarse en la Sala de Piedra con Bill, mientras Clarke y Raven (Lindsey Morgan) van en busca de sus amigos.
Mientras charla con Bill, Gabriel (Chuku Modu) descubre que al líder de los Discípulos le falta unos símbolos por descubrir de la piedra la famosa Anomalía y que la llama de Clarke podría ser la respuesta. Sin embargo, la batalla de la que habla Bill puede evitarla, pero parece que no está por la labor de liderar esta última guerra. Una de las grandes revelaciones del capítulo llega cuando Jordan, que tiene nociones de coreano gracias a su padre Monty, descubre que lo que se avecina no es una guerra sino una prueba para la humanidad.
Hope está a punto de ser enviada al mundo prisión de la mano de Echo (Tasya Teles), sin embargo, la novia de Bellamy tiene un objetivo mayor: la venganza. Acaba matando a los guardias e instando a Hope que la ayuda en su plan por acabar con todos los Discípulos.
La matanza de Echo
Mientras tanto, Octavia (Marie Avgeropoulos) encuentra a Levitt atado y golpeado en su habitación. Dice que Echo ha conseguido el arma biológica que mató a los originales de Bardo, y planea poner una gota en el sistema de humidificación, lo que le daría suficiente tiempo para salir antes de que pase por las rejillas de ventilación y mate a todos.
Al fin encuentran a Echo en un área de mantenimiento a punto de meter un pequeño gotero en una tubería de agua. Octavia dice que no puede hacer esto porque hay gente buena en el Bardo; Clarke intenta argumentar que esto no es lo que Bellamy hubiera querido. Pero Echo no está dispuesta a oir nada de lo que sus amigas tienen que decirle hasta que Raven le dice: "Eco, eres mi hermana, y mi hermana no haría esto". Parece que finalmente recapacita y cede ante sus voluntades.
Anders las encuentra y decide mandar a Echo al planeta prisión durante 20 años por las muertes que se ha llevado por el camino. Sin embargo, de la nada, surge Hope y le raja la garganta al general, al que acaba se le acaba de caer el gotero con el veneno. Hope lo sujeta y se dirige a la cañería para llevar a cabo el plan de Echo. Pero, Diyoza (Ivana Milicevic) está ahí para evitarlo, aunque con un precio muy caro: su vida.
Así es como la actriz se despide de la serie, a mitad de la última y séptima temporada de la serie. Octavia lleva a Hope fuera de la habitación y la ayuda a superar este traumático momento que la acompañará en todo lo que queda de entrega.
Fuente: EW.