Afortunadamente, para aquellos fans y para aquellas personas que aún no hayan podido verla, Buffy, cazavampiros ya se encuentra disponible al completo en Amazon Prime Video desde el 1 de septiembre y, por si quedaba alguna duda, sigue siendo una maravilla, pero hay que hablar de la trama de Spike en la séptima y última temporada.
Antes de septiembre, la serie creada por Joss Whedon para lo que fue en su día la cadena WB (Hoy día CW) no estaba disponible en ninguna plataforma y era una de esas series que siempre he querido ver. La cuarentena debido al COVID-19 fue lo que me hizo ponerme con ella y los DVD que en su día me regalaron. Fue una gran decisión.
Es cierto que la primera temporada parece ser un ensayo y error. Un joven reparto se enfrenta a su primera serie junto a un poco experimentado Joss Whedon en dirección. Pero pasamos a una tímida primera entrega, en todos sus aspectos, a unas mejores entregas tanto en actuación, dirección y guion. Como es el caso de episodio musical, 'Silencio' (4x10) o el de 'El Cuerpo' (5x16)
Me adentré por primera vez en Sunnydale temeroso con toparme con efectos visuales que te pudiesen sacar de la historia (como es el caso de verse un episodio ahora mismo de la antigua Embrujadas), pero las prótesis de los vampiros y sus efectos visuales no han envejecido nada mal, al igual que sus tramas.
Buffy, cazavampiros sigue siendo una serie actual, con tramas inperecederas y personajes femeninos de armas tomar. Es también increíble como cada uno de los personajes masculinos puede llegar a ser de los más odiados, véase Xander (Nicholas Brendon), que lo mejor que le pudo pasar es poder estar con Anya (Emma Caulfield), o el mismo Rupert (Anthony Head), que llega a ser un poco irritante, sobre todo en la última temporada. Y ya no hablemos de Angel (David Boreanaz).
Pero aquí el que se podría salir de esta ecuación de ‘odio’ es Spike (James Marsters), mucho más carismático y divertido que Angel, y eso es un hecho. Pero es en los últimos episodios de la sexta temporada en los que Joss Whedon se marca un giro argumentativo que hizo que ya no pudiese ver la serie con buenos ojos, sobre todo por cómo trataron este hecho.
Me refiero al intento de violación por parte de Spike a Buffy (Sarah Michelle Gellar). Podría llegar a entender que se hizo para recordarnos que aún se trata de un vampiro sin alma, pero no el cómo lo ejecutaron y lo resolvieron. Nada más después de este traumático momento, Buffy decide llevar a su hermana a Spike para que la proteja de la batalla que se avecina. Aquí Xander es el único que se echa las manos a la cabeza porque quiere que proteja a Dawn una persona que le ha intentado violar.
Muchas personas dicen que esta trama se realizó porque Whedon odiaba que Spike fuese tan querido por los fans. Incluso el actor mencionó en una entrevista que el propio Whedon un día le puso contra la pared y le dijo que iba a estar muerto sin importarle los fans que podría tener.
En la séptima y última temporada, Buffy, cazavampiros trata por encima este traumático episodio por encima, con un Spike con alma y con Buffy aún reticente de que le toque. Ya está. No hay un episodio dedicado a ello, ni mensaje, nada en 22 episodios. Esto me recuerda también a que Chuck (Ed Westwick) de Gossip Girl también intentó violar a una chica, pero éste seguía siendo el personaje favorito de muchas fans. La serie de CW finalmente resuelve esta polémica trama con Spike sacrificándose por todos para que se pudiesen salvar.
En 2020, este momento se puede ver con otros ojos y ser mucho más crítico. Pero eso no quita que Buffy, cazavampiros no fuese todo una revolución en su emisión y una pionera en su género. Sigue manteniendo una de las mejores parejas que nos ha dado la televisión (Willow y Tara) y aún se puede seguir disfrutando. Y, por favor, Anya se merecía un final mucho mejor.