¡Cuidado! Como el propio titular indica, vamos a hablar del final de 'El desorden que dejas'. Si no lo has visto, no sigas leyendo
El desorden que dejas ya ha llegado a Netflix. La serie, de una única temporada, basada en la novela homónima de Carlos Montero ha sido uno de los últimos éxitos del año en la plataforma. Son muchos los suscriptores que ya han disfrutado de la historia de Raquel en un pequeño pueblo gallego, convirtiéndola en una de las imprescindibles de 2020.
La ficción es toda una red de engaños, corrupción y asesinatos que terminan por explotar en el final, dejando al espectador pegado al asiento. Raquel (Inma Cuesta), la profesora recién llegada a Novariz, destapa la trama que esconde el supuesto suicidio de Viruca (Barbara Lennie) y está a punto de correr la misma suerte que ella. Si no llega a ser porque Iago (Arón Piper) cambia de parecer, nadie se habría dado cuenta de lo que esconde Tomás (Alfonso Agra) y estaríamos hablando de dos asesinatos. El caso es que todo termina por salir a la luz y Raquel logra su sueño de ser escritora al mismo tiempo que supera la pérdida de su madre.
En una entrevista durante la promoción de la serie preguntamos a los actores qué les ha parecido el desenlace y esto fue lo que nos contaron.
Un final catártico
Barbara Lennie reconoce que le cuesta saber qué reacción provoca el final porque lo ha vivido desde dentro, pero pone en valor que hable de un tema tan actual como es la corrupción. "La serie tiene ese giro final un poco social, donde pones en primer término todo lo que tiene que ver con la corrupción del poder, con la bajeza de ese poder y con el peligro que conlleva". También ha reconocido que no lo pasó demasiado bien grabando la escena final.
Fue intenso. Pasé mucho frío, pero fue corto porque hicimos un gran artificio. Era un día que llovía y había nieve. Hacía un frío de tres pares de cojones. Pero, más allá de eso, rodar con ellos fue muy fácil, los compañeros siempre te tratan muy bien
Roberto Enríquez, que interpreta a Mauro, cree que es un desenlace que ayuda a sanar ciertas heridas. "Hay una historia que aparece con mucha fuerza que es la corrupción. Pero no solo la corrupción a nivel institucional. Es corrupta mucha gente que tapa… Esto no solo es un suicidio, es un asesinato. Todo sale a la luz, pero también hay una corrupción de los personajes consigo mismos, ¿no? Casi todos los personajes están ocultando cosas que son muy importantes para sus relaciones, para ellos mismos. Entonces, para mí, en el final hay algo catártico, algo que se sanea".
Arón Piper agradece que sea una serie cerrada, con un final conclusivo. "Es algo que agradezco en muchas series. Que sean cerradas. Que sea un viaje parecido a una película de cine, un viaje con un principio y un final y me la volveré a ver dentro de un tiempo porque es una temporada cerrada. Mola que te deje con esas ganas. Eso es lo interesante, que digas ‘Qué bien está, tal y como está, pero me encantaría estar más rato con estos personajes’. Lo veo perfecto".
El final de Raquel y Germán
Dejando la muerte a un lado, Inma Cuesta está muy feliz con el final de Raquel, tanto con el camino que emprende en solitario como con la ruptura con Germán. "Siempre las separaciones y las rupturas son muy dramáticas. Aquí me parece que es algo muy maduro. Hay dos personas que verdaderamente se han querido mucho, han caminado juntos durante mucho tiempo, se han apoyado, han aprendido juntos, pero llega un momento en el que ambos saben que ya ha llegado el final. Esa escena me pareció muy entrañable, muy bonita. Había mucho amor ahí y no es una despedida real, es una despedida de una parte".
Que ella finalmente termine encontrando su camino y termine escribiendo es algo que a mí me gusta mucho. No sé si mirando a la ventana o no, no sé si yendo a Cancún y haciéndolo desde ahí, que también sería una fantasía. Quizás luego se vaya a Tulum. Yo me iría
Su compañero en la ficción, Tamar Novas, comparte la visión de Cuesta. "La historia de Raquel y Germán me parecía una metáfora de todo ese caos que vive una pareja cuando está enquistada, no avanza y ves que se tiene que soltar. Me parece bonito pensar que, con todas las expectativas que tienen de ganar un nuevo impulso y tomar nuevas decisiones en su vida, acabe en ese respiro inevitable que Raquel encuentra y que creo que Germán entiende perfectamente". Novas lo dice claramente, a él le ha encantado el desenlace.
A mí me encanta el final y me encantaba en la novela porque creo que respiras al final, después de todo ese thriller
El desorden que dejas termina tal y como has visto, ya que no tendrá una segunda temporada. El creador ha declarado que es una miniserie y no tiene interés en continuar la historia. “Yo veo Big Little Lies y pienso: ‘pobrecitos ¿por qué hicieron una segunda temporada? Yo entiendo su éxito abrumador, pero normalmente tenían que contar lo que tenían que contar. ¿Yo qué hago si hago una segunda temporada? ¿Hago a Raquel investigadora privada? Es que no tiene sentido. Había que cerrarla y la cerré así. Como la novela”.