A lo largo de sus cinco temporadas y varios episodios especiales, Black Mirror nos ha regalado algunas de las historias más perturbadoras de la televisión. O, al menos, nos ha dejado pensando durante un rato tras la salida de los títulos de crédito finales. Nos pusimos en la piel del Primer Ministro Británico y su 'affair' con un cerdo para salvar la vida de una joven en el episodio 'Himno Nacional'. También vimos como un ejército de abejas robóticas se encargaban de matar a cualquier troll de internet en 'Odio nacional'. Y recorrimos el museo del horror y sus múltiples ejemplos de tortura en 'Black Museum'. Pero, de todos ellos, el episodio que más nos acongoja de la serie es 'Shut Up and Dance'.
Te refresco la memoria. Alex Lawther interpreta a Kenny, un joven de 19 años muy tímido que trabaja en una cafetería. Vemos que tiene problemas para relacionarse y que es un inadaptado. Un día llega a casa y descubre que su ordenador está infectado por un malware. Intenta borrarlo instalando un programa, pero lo que hace es dar acceso a su cámara web. Así, le graban mientras se masturba con unas imágenes de internet y Kenny se convierte en víctima de un hackeo. Durante el resto del episodio, vemos cómo es capaz de hacer cualquier cosa para que los hackers no saquen a la luz ese vídeo comprometido. El espectador descubre la verdad en los últimos minutos de capítulo: es un pedófilo y tenía pornografía infantil en su ordenador.
Gracias a ScreenRant, hemos descubierto que los guionistas no añadieron la trama de la pedofilia hasta el último momento. En realidad, el episodio iba a tratar sobre el poder de los hackers para controlar nuestras vidas. Kenny iba a ser un chico cualquiera que se ve acosado por trolls de internet, pero presentarle como consumidor de pornografía infantil lo cambia todo. De ser alguien frágil y víctima fácil pasa a ser un depredador y un ser despreciable. Y todo con una única línea de diálogo.
Al final del episodio, tras ver al protagonista siendo capaz de robar un banco para que las imágenes no salgan a la luz, otro hombre en su misma situación (Paul Bazely) revela que ambos son víctimas de chantaje debido al contenido sexual de sus ordenadores. Kenny mata al otro pedófilo intentando ocultar su verdad, pero es demasiado tarde. Recibe una llamada de su madre, histérica por haber descubierto que su hijo es pedófilo.
'Shut Up and Dance' es un episodio de la tercera temporada de la serie y está escrito por el mismo Charlie Brooker y William Bridges. Aún no sabemos cuándo tendremos una nueva tanda de la distopía de Brooker, pero ya puedes ver en Netflix A la mierda el 2020, un documental sobre todo lo ocurrido en el último año, además de las muchas series originales de la plataforma de 'streaming'.