"Hola, soy Troy McClure. Tal vez me recuerden de películas como...". ¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase y cuántas otras la habremos utilizado en la vida real? El actor más famoso de Springfield es uno de los personajes favoritos de Los Simpson, al igual que el abogado que nunca nos gustaría tener, Lionel Hutz. Además de favoritos, son dos clásicos de la animación, pero si estás pensando en que hace mucho tiempo que no les ves, tienes toda la razón. Tanto McClure como Hutz dejaron de aparecer como principales en la temporada 10 de Los Simpson y hay una razón de peso para ello.
Detrás de ambos se encuentra Phil Hartman, actor de doblaje estadounidense que se hizo muy popular dentro de la serie. Los ‘showrunners’ Bill Oakley y Josh Weinstein estaban encantados con el trabajo de Hartman y le llamaban para realizar pequeños papeles, además de sus personajes ya establecidos. El episodio ‘Un pez llamado Selma’ es resultado de la buena relación con el actor. Querían darle un papel mayor y escribieron un capítulo para contar la historia de Troy McClure. "Clavaba cada broma", recuerda Matt Groening.
El humor era algo que llevaba en la sangre y en 1986 entró a formar parte del equipo de Saturday Night Live. Hartman quería ganar experiencia en el programa de televisión para poder tener credibilidad dentro de la industria y tener una oportunidad para escribir películas. En los ocho años que estuvo en SNL hizo algunas de las imitaciones más recordadas, como la de Frank Sinatra, Ronald Reagan o Bill Clinton -al que también puso voz en Los Simpson. Sin embargo, su carrera se vio interrumpida de manera abrupta.
El 28 de mayo de 1998 falleció a los 49 años asesinado por su propia esposa, Brynn Omdahl. La pareja había tenido una fuerte discusión y Phil se fue a dormir poco después, mientras ella salió a tomar algo con una amiga. Brynn, borracha, bajo los efectos de la cocaina y tras haber consumido antidepresivos, llegó a casa a las 3 de la madrugada y disparó tres tiros a su marido. Brynn condujo a casa de un amigo para contarle lo sucedido y, juntos, regresaron para ver si Phil seguía vivo. Lamentablemente, el actor no sobrevivió a los disparos. Al conocer la noticia, Brynn se suicidó.
Muchas décadas después, Greg Omdahl, hermano de Brynn, habló sobre lo duro que fue perder a una hermana y a su cuñado. "Fue como un puñetazo en el estómago porque sabía que mi hermana nunca podría asesinar a nadie. Fue algo muy difícil a lo que enfrentarse". La pareja se había casado en 1987 y, mientras él tenía éxito dentro de la animación y como guionista de Saturday Night Live, ella intentaba labrarse una carrera como actriz y, a medida que pasaba el tiempo, se volvía más insegura.
Juntos tuvieron dos hijos que, tras su muerte, fueron criados por la hermana de ella. Era una familia normal y feliz, pero ella tenía problemas de ira, lo que, combinado con las drogas, fue su perdición. "Tenía un problema con la cocaína. Tomaba demasiada… Le pedí que hiciese un tratamiento", recuerda Greg.