El episodio de la temporada 10 de The Walking Dead emitido el pasado domingo en AMC -de la mano de Fox España en nuestro país- no solo sirvió para retomar la escena que en un principio estaba destinada a ser el desenlace de la décima entrega -los soldados de la Commonwealth apuntando a Eugene y compañía-, sino para arrojar algo de luz sobre un personaje que lleva poco tiempo en la serie pero que rezuma carisma por los cuatro costados y que ya consideramos como el más entrañable de la serie: Princess, la joven superviviente interpretada por Paola Lazaro.
También conocida como Juanita Sanchez, el personaje llega directamente de los cómics de Robert Kirkman y apenas ha aparecido en cuatro episodios de la serie, pero rápidamente se ha ganado un huequito en los corazones de muchos. Como recordarás, la joven se cruzaba en el camino de Eugene (Josh McDermitt) Ezekiel (Khary Payton) y Yumiko (Eleanor Matsuura) cuando estos se dirigían al encuentro de Stephanie (Margot Bingham), la persona con la que el científico lleva un tiempo hablando por radio.
Tras haber pasado un tiempo considerable en la más absoluta soledad, Princess se mostraba completamente encantada de encontrarse con los supervivientes y no dudaba en prestarles su ayuda para ganarse su confianza y, en última instancia, conseguir que la dejasen seguir su camino con ellos.
En 'Splinter' (10x20), el cuarto de los seis episodios adicionales encargados por sorpresa por el equipo de la serie al tiempo que anunciaban que la temporada 11 sería la misma, volvemos a encontrarnos con el grupo liderado por Eugene pero, además, se nos permite descubrir la triste historia que se esconde tras el entrañable y siempre inocente personaje.
Ella misma se la cuenta a su nueva amiga, Yumiko, mientras están atrapadas en los respectivos vagones que hacen las veces de celda tras ser capturadas por los soldados: Cuando tenía 14 años la encerraron en una espacio pequeño y se clavó una astilla en el dedo mientras arañaba el interior de la puerta. Como su vida en casa no era nada idílica, la joven prefería ir al colegio que estar con su familia, pero tuvo que quedarse un tiempo en casa cuando la herida de la mano se le infectó. Según recordaba Princess, la herida volvería a infectársele cuando su madre la obligó a volver a la escuela antes de tiempo y esta última tampoco dijo e hizo nada cuando su padrastro se rió de ella y la echó de la mesa. Uno de tantos momentos de su pasado que persisten en su memoria.
No me puedes echar. Esta era mi casa primero", recordaba una destrozada Juanita. "Me golpeó con fuerza. Justo en la mandíbula
Tras atacar a uno de los soldados, vemos a una Princess completamente atormentada con sus problemas del pasado al tiempo que se mantiene firme en su decisión de que nunca más vuelvan a hacerle daño y trata de escapar. Al final, la joven libera a su rehén asegurándole que no está loca, pero revelándole una retahíla de enfermedades mentales que la acompañan en un mundo que, definitivamente, sí lo está:
Está el Síndrome de Déficit de Atención con Hiperactividad, el estrés post-traumático, la depresión, la soledad aplastante y una gran imaginación que me ayuda a lidiar con todo eso... Pero quizá esta sea la única respuesta cuerda a un mundo que está loco
Con la triste historia de Juanita, The Walking Dead ha introducido así el pasado que Robert Kirkman ya había diseñado para el personaje en los cómics, en los que revelaba haber sido víctima de maltrato en su niñez y que es precisamente eso lo que hace que se enfrente de tan buen humor al apocalipsis.
Tras 'Splinter' (10x20), únicamente restan dos episodios para el desenlace definitivo, esta vez sí, de la temporada 10 de The Walking Dead. Una vez emitidos, solo queda esperar a los meses de verano, cuando AMC estrenará la primera tanda de episodios de los 24 que conforman la temporada final.