El 30 de abril se estrenó El inocente en Netflix y, de repente, todo el mundo hablaba de ella. Tu suegra te decía lo mucho que le había gustado, en una cola del súper escuchabas hablar de Mario Casas y tú mismo te obligaste a verla del tirón para ver a qué se debía tanta fascinación. Es lo mismo que pasó con Antidisturbios, la serie que todo el mundo tenía que ver a finales de 2020. La casa de papel, Las chicas del cable, Vis a vis... La lista podría continuar y saldrían producciones totalmente diferentes entre sí con el único nexo en común de haber triunfado. ¿Qué tiene que tener una serie para que nos enganche?
En busca de la fórmula perfecta del éxito hemos preguntado a guionistas, profesores, responsables de contenidos o, lo que es lo mismo, los creadores de las grandes series españolas -aquellas que han traspasado fronteras y nos han colocado como una de las fábricas de ficción más rentables- para que nos digan los ingredientes que no deben faltar en una producción. El resultado es unánime: no existe una fórmula. También están de acuerdo en que los actores, por muy famosos que sean, pueden atraer pero no siempre son definitivos, al igual que las técnicas de marketing.
Lo primero que hay que plantearse es qué entendemos como éxito. ¿Cómo medimos si una ficción ha sido exitosa o no? En general, depende de los objetivos de quien la lanza. Susana Herreras, Jefa Editorial de Producción Original de Movistar+, enumera los ámbitos donde una ficción televisiva puede triunfar: "¿Qué es el éxito? Puedes hablar de éxito en términos de audiencia, de comunicación, de crítica, o, incluso, de éxito en el tiempo. Algo puede ser muy exitoso en el corto plazo pero desinflarse muy rápido y no mantenerse. Sin embargo, algo puede empezar más tibio y mantenerse a lo largo del tiempo. ¿Qué es mejor? ¿Qué valoramos más? Depende mucho del proyecto".
Una vez que se haya aclarado qué se espera del producto se puede jugar con diferentes aspectos para llegar al objetivo. Gema Neira, directora de desarrollo en Bambú Producciones y creadora de títulos como Las chicas del cable o En el corredor de la muerte, intenta explicar la fórmula, pero advierte que, aún así, hay factores incontrolables: "Piensas que va a funcionar si tienes una historia interesante, unos personajes con los que el público empatiza, algo novedoso, que emocione, que sea llamativo, que la gente se acerque a verlo, que, además, tenga una buena campaña de marketing y esté colocado en el lugar ideal... Aún así, a ver si hay suerte".
"No hay ninguna fórmula para el éxito, lo que hay son pistas. Pistas sobre lo que ha funcionado y lo que no. Ver quién ha contado [la misma idea que nosotros] y cómo lo han hecho. En qué nos podemos diferenciar", da como clave Oriol Capel, coordinador del programa Showrunner de la ESCAC y guionista de 7 vidas o Aída. Además, Alberto Nahum García Martínez, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Navarra y autor del libro Diamantes en serie, añade otra clave: "Una historia tiene que implicarnos emocionalmente para engancharnos, para interesarnos, para que queramos saber más de los personajes". Y resulta que la emoción tiene mucho que ver en el éxito o no de una serie.
Ingrediente 1: escribir desde el corazón
La fama, triunfo, victoria -o como quiera llamarse- de una serie comienza a labrarse en las primeras fases de la producción, cuando los guionistas empiezan a dar forma a una idea, que puede llegar viendo la tele o al encontrar una fotografía antigua -como ocurrió con Velvet. En este momento, es importante creer en el proyecto.
En Bambú tenemos una filosofía: no vamos a escribir una historia sin enamorarnos de ella. Hay veces que creas por encargo una serie 'del mismo tipo que’, pero dentro de ese contexto en lo que intentas pensar es en hacer bien tu trabajo. En enamorarte tú y si te enamoras, con suerte se enamoran los demás", asegura Gema Neira.
"Cuando lees algo y te emociona y te arrastra, tiene personajes que te interesan, quieres saber lo que les está pasando… Normalmente es muy buena señal", confiesa Susana Herreras. Por eso la emoción, tanto al crear, como al apostar por algo, es el primer paso -y uno fundamental- para que llegue a buen puerto.
Una vez que ese chispazo pasa el filtro y se baraja para convertirse en serie, hay que trasladarlo a un terreno más real. Otro truco para que tenga éxito: respetar las reglas del juego. "Partes de una idea y de esa pasión pero eso hay que pasarlo a limpio. Tienes que adaptarlo a la industria, a un formato, a un tono, a un género… Esos son los condicionantes que te pone el cliente, la productora o la ventana donde se va a ver, pero también son los asideros que tiene el espectador. Con el espectador tienes que ser muy honesto. Si le ofreces un drama familiar tienes que jugar todas las cartas del drama familiar, si tienes un thriller igual. Eso no implica que no se junten géneros", señala Oriol Capel.
Ingrediente 2: personajes que son parte de tu 'familia'
Si bien no está muy claro qué elementos pueden llamar la atención del espectador, lo que parece indudable es que si se enamora de los personajes, se queda hasta el final. "Engancharse a una serie tiene algo que ver con la amistad. Son unos personajes a los que invitas al salón de casa. Las consumes en un entorno doméstico. Y no solo eso: vuelves a ellos cíclicamente, cada semana, cada año. Es decir, vas estableciendo con esos personajes y sus conflictos una relación casi familiar, de cercanía. Lograr eso es clave", apunta Alberto Nahum.
Detrás de este factor podrían estar fenómenos de la ficción española como La que se avecina que lleva en antena desde 2007 y ya acumula doce temporadas. Un ejemplo claro de que el presupuesto o los grandes artificios no determinan el éxito. "La que se avecina no tiene una gran factura y ahí está. La gente se abstrae porque se lo está pasando muy bien. Tiene unos personajes con los que el público ha conectado y han trascendido", explica Oriol Capel. Es lo mismo que ocurre con Aída, una madre luchadora de barrio humilde con la que los espectadores conectan al instante.
Ingrediente 3: lo de siempre desde otro punto de vista
¿Qué tienen en común Star Wars, El rey león o Matrix? Las tres cuentan la historia de un joven -el elegido- que debe devolver la paz a la sociedad porque así lo ha querido el destino. ¿Y Call me by your name, Antes de amanecer y 10 razones para odiarte? Que narran un romance, a priori, imposible. Los tipos de historias que existen son limitados, pero las maneras de contarlas son infinitas.
Nosotros siempre buscamos maneras diferentes de contar las historias. Sobre todo, puntos de vista, gente que tenga una voz diferente. Que pueda contar lo mismo de siempre pero desde un sitio que nunca se haya contado", asegura Susana Herreras, de Movistar +
Este punto, el de encontrar una voz propia, es algo en lo que coinciden todos los entrevistados y que se palpa en cualquier película o serie que haya arrasado. "Friends tuvo éxito porque supo darle una vuelta de tuerca, sin traicionar la esencia, a los códigos de la sitcom y la comedia romántica. Y así con todo. Por eso hay tantas series de 'diseño' que fracasan", comenta Alberto Nahum.
Esto no significa que un producto pueda ser arriesgado y, por ese mismo motivo, encontrar su público y triunfar. "Cuando hemos sacado cosas arriesgadas han funcionado y mi sensación es que el público español tiene una sensibilidad y una inteligencia que está abierta a ideas nuevas, no siempre cómodas", apunta Susana Herreras.
Ingrediente 4: aprovechar el contexto
No hay una fórmula mágica sobre la que cimentar una serie para obtener buenos resultados, pero si hay algo que siempre va a ayudar es contar la historia en el momento adecuado. O lo que es lo mismo, escuchar al entorno. "En los momentos postcrisis en los que estábamos todos muy cabreados con el poder aparece una banda de atracadores que se mete en la Fábrica de Moneda y Timbre… [una referencia a La casa de papel]. La carta de Robin Hood es algo con la que todos nos identificamos y todos vamos a muerte", apunta Oriol Capel.
Por este mismo motivo, una serie que funcionó hace 10 años es posible que no lo hubiese hecho en los tiempos actuales. Y viceversa. ¿El cuento de la criada habría sido tan bien acogida en 2010? ¿Y en 2025? Probablemente no. Llegó justo cuando le tocaba. Cuidado también con ir "a rebufo" e intentar repetir el éxito de otra producción. "Es muy habitual en la industria. Que haya un éxito y todos vayan detrás. Por ejemplo, buscando la nueva Juego de tronos. Ese equilibrio es complicado", reflexiona Oriol Capel.
Gema Neira añade que esa técnica no funciona porque, para los espectadores, es algo que ya ha quedado atrás. "Una cosa que es eficaz ahora dentro de un año ya no va a serlo de la misma manera porque es algo que el público ya ha visto. Esa fórmula tampoco funciona. El mundo cambia, la televisión cambia y el espectador también. Hay que reinventarse permanentemente".
Recopilamos: escribir desde el corazón, personajes con los que conectar, encontrar un nuevo punto de vista, el contexto adecuado... En definitiva, lo que tiene que conseguir una serie es emocionar al espectador y dejarle con ganas de más. Una receta en la que el azar tiene mucha presencia pero en la que, cuando todo encaja, los resultados son mágicos.