El final de la parte 2 de Lupin cierra la persecución que Assane Diop (Omar Sy) había comenzado en los primeros episodios. Después de 15 capitulos, la serie de Netflix daba caza a Pellegrini (Hervé Pierre) en una escena final llena de tensión. Casi tan fascinante como lo que pasa en pantalla es lo que ocurre detrás de las cámaras. En un vídeo compartido por la plataforma de 'streaming', podemos echar un vistazo al trabajo del equipo de producción para que el golpe del ladrón de guante blanco estuviese perfectamente afinado.
"El décimo episodio tiene lugar en el Teatro del Châtelet. Aquí es donde Assane consigue lo que quiere. Hablamos mucho antes de escoger el Châtelet. Visitamos muchas localizaciones. Escogimos el Châtelet por su localización en París. Es un lugar precioso e histórico. Realmente disfrutamos el rodar ahí. Rodamos algunas grandes escenas ahí", explica Hugo Gélin, director.
El Châtelet es un lugar histórico de la capital francesa, pero la serie se estaba rodando durante la pandemia. Grabar esas escenas del teatro lleno fue imposible debido a las restricciones, por lo que el director tuvo que encontrar la manera de recrearlo a través de un pequeño grupo de actores y la magia del ordenador. "El gran logro de Hugo [Gélin] es haber sido capaz de crear una atmósfera teatral usando solo cierta cantidad de gente y recurriendo a los efectos especiales para hacer que se viese lo más lleno y vibrante posible", asegura George Kay, el creador.
No fue una secuencia fácil de rodar. Como señala Antoine Gouy -que da vida a Benjamin- había muchas piezas que debían encajar: "Muchos extras en el set, una orquesta, el reparto casi al completo. Todo se gestionó perfectamente y fue planeado por el equipo de producción".
El final tiene lugar durante un concierto de música clásica. Mathieu Lamboley, compositor, explica lo difícil que fue para los músicos aparentar que tocaban cuando, realmente, tenían que hacer el menor ruido posible. "Preparé la música de antemano. La idea era pretender [que tocábamos], sino habría interferido con el trabajo de los actores. A los músicos les costó un poco. Tocar el violín sin tocar las cuerdas es realmente complicado".
El esfuerzo valió la pena y, aunque conllevó mucho trabajo, también fue una experiencia única. "Fue increíble y muy divertido rodar en el teatro del Châtelet con todos los personajes en el mismo sitio", asegura Omar Sy. El actor volverá a dar vida a Assane en una tercera parte de Lupin, la cual todavía no tiene fecha de estreno.