Muchos tiros, granadas y amor entre personajes. Así podríamos resumir la primera parte de la temporada 5 de La Casa de Papel. Netflix estrenó el 3 de septiembre los cinco episodios que componen el comienzo del fin y han generado todo tipo de comentarios. Siendo sinceros, la banda de El Profesor (Álvaro Morte) realiza alguna que otra jugada surrealista, pero, ¿quién quiere realismo cuando se lo está pasando en grande?
Esas son las dos caras de la moneda. Por un lado, quienes no se tragan los trucos del líder de la banda y que esperan un poco más de precisión en las escenas de acción. Por otro, quien no tiene en cuenta cuánto tarda una granada en explotar y se queda con ese guiño final del personaje antes de llevarse a todos sus enemigos por delante. ¿Rigor en la batalla o espectacularidad por encima de la narrativa?
Ese es el mayor dilema que plantea la quinta temporada de La Casa de Papel. El equipo de Álex Pina no ha conseguido equilibrar ambos aspectos de la ficción, pero algo nos dice que tampoco tenía ese objetivo. Da la sensación de que, desde el principio, querían entretener al público antes que ceñirse a la realidad de la lucha, pero muchos espectadores han dejado de verla precisamente por esto. Creen que la serie contiene cada vez más escenas surrealistas.
La enorme cantidad de balas que se pierden en la habitación, esa estatua de dos toneladas de peso que logran levantar aún no sabemos cómo, sus vistazos por la ventana sin que ningún francotirador acabe con ellos -a pesar de estar rodeados-, la increíble recuperación de Gandía, la capacidad de Tokio de coger una granada en el aire y volver a lanzarla… Y la lista puede continuar. Está claro que si alguien busca un documental sobre el empleo de armas y tácticas de combate, ésta no es su serie.
La gran muerte de la temporada 5 de 'La Casa de Papel': cómo conecta con el primer episodio y qué significaEn cambio, la temporada 5 de La Casa de Papel alberga alguna de las mayores escenas de tensión de la televisión en los últimos años. Puede ser creíble o no, pero la reacción de Arturito, el parto de la inspectora Sierra (Najwa Nimri) o la manipulación con información privilegiada entre policías y ladrones es puro entretenimiento. Eso sin olvidar los últimos momentos del primer volumen, cuando Manila (Belén Cuesta), Denver (Jaime Lorente) y Tokio (Úrsula Corberó) se encuentran rodeados por sus enemigos y sin escapatoria posible. Esa secuencia mantiene la atención de cualquier espectador.
"Sé que algunas personas no se desaniman tanto por estos detalles poco realistas, pero sucede sin parar en casi todas las escenas. Cinco de los peores episodios que he visto en televisión", escribe un usuario de Reddit. Otro comentario contesta que está de acuerdo en la poca credibilidad de la serie, pero destaca otros factores. "Me encantó el desarrollo de personajes de la temporada, pero estoy de acuerdo en que las escenas de acción eran muy caricaturescas. No tuve ningún problema con las municiones, los francotiradores o cómo salió Tokio. Incluso me gustó la parte de la granada [cuando la coge en el aire]", escribe el redditor.
‘La Casa de Papel’: Úrsula Corberó habla sobre un posible ‘spin-off' de TokioLos espectadores le dan a la temporada 5 de La Casa de Papel menor nota que las primeras entregas, pero sigue al mismo nivel que las dos últimas y ninguno de sus episodios baja del notable. Llegados a este punto, una cosa está clara: ¿queremos rigor o ver cómo Tokio revienta a 10 soldados de una vez?
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