En estos últimos días he visto las siguientes películas, más o menos en este orden:
-El Ultimo desafío, de Arnold Schwarzenneger
-Lincoln, de Steven Spielberg
-La trama
-La jungla 5
-El Atlas de las Nubes
-Hansel y Gretel
De todas ellas, Lincoln ofrece algo de brillo en comparación, un brillo decepcionante. El film de Spielberg apuesta por el aburrimiento para luego tratar de elevarse y logra conmover al espectador, pero se queda en algo que sabe a poco. La Trama (Broken City) es una película pasable y olvidable. El Atlas de las Nubes es un quiero y no puedo, efervescencia que se desvanece. De Bruce Willis mejor no hablar. Y Hansel y Gretel...¡Por todos los santos! ¿Quien me iba a decir que de las películas, la única que iba a ganar, y no por ser una obra memorable ni mucho menos maestra, era el trabajo de nuestro viejo Arnold? ¿Qué esta pasando aquí?
El nivel de las críticas de Sensacine no me conmueve en general, aunque aquí tengo que citar lo inteligentemente apuntado por Beatriz Velasco: el anacronismo de los cacharritos que aparecen en el film...¡hasta una trampa tendida por un gramófono que no se inventaría hasta el siglo XIX! En plena Edad Media, hay desfibriladores electricos, metralletas con balas, gramófonos, relojes con alarma y hasta una solución para un diabético inyectada con una jeringuilla (que no se inventaría hasta el siglo XIX).
Este anacronismo por absurdo es lo único que se queda de la película. Que Hansel y Gretel se conviertan en cazadores de brujas no me parece una mala idea, pero sin la patina del cómic victoriano. Pero el film es un síntoma de lo enfermo que empieza a estar cierto sector comercial del cine norteamericano. Colocar a brujas y demonios, vampiros y demás monstruitos en el mundo adolescente hipervitaminado con los efectos especiales por ordenador es la prueba de que bodrios televisivos españoles tales como Angel o Demonio o No soy Como Tu empiezan a infectar las películas de gran presupuesto. Y tenemos ejemplos desde la Blancanieves de Charlize Teron hasta otras producciones que desgraciadamente están al caer, como Oz o Jack el Matagigantes: todos rindiendo tributo al Hobbit, la película más detestable de los últimos meses.Y abanderado por lo absurdo de una serie como Crepúsculo.
No se si alguien leerá estas líneas, pero para aquellos que se tomen la molestia, no me confundan. Me encantan las buenas historias de aventuras, la anticipación y ciencia ficción, y me crié con comics como Flash Gordon o Estela Plateada. La decadencia de un cine que apuntaba excelentes maneras con la primera película del Hombre de Hierro (Iron Man), la excelente versión de Hulk hecha por Edward Norton, Thor y los Vengadores (las dos películas de Batman de Christopher Nolan quizá son las mejores de todo este conjunto) está cristalizando en sub-productos como Hansel y Gretel. Mi única esperanza es que Man of Steel, de Zack Snyder, nos devuelva la dignidad al cine de aventuras.