Nota media
3,8
1208 notas
¿Tu opinión sobre El gran Hotel Budapest ?
cine
Un visitante
4,0
Publicada el 2 de abril de 2014
mi primera impresión después de salir del cine ha sido gratamente buena. en primer lugar la pelicula es una comedia. pero no una comedia cualquiera que recurre a los topicos y chistes absurdos . sino una comedia inteligente que narra el ascenso de un botones a director de un hotel prestigioso a ritmo vertiginoso.
Cada plano de esta película esta pensado al detalle haciendo así una película agil y divertida de ver.
3,5
Publicada el 27 de marzo de 2014
Llena de color, de casi un lenguaje propio, de personajes únicos donde destaca un Ralph Fiennes que crea por si solo un mundo curioso que no puede por menos que hacerte sonreír, este “El gran Hotel Budapest” parece un cuento pasado a imágenes y la verdad es que resulta un cambio agradable en la habitual monótona cartelera. Por poner un pero el hecho de que aparezcan caras conocidas que apenas aparecen unos instantes y que recuerda un poco a nuestros “Torrentes”, algo gracioso pero innecesario que te saca de la película varias veces, los "amigetes" mejor para los bares...
cine
Un visitante
4,0
Publicada el 15 de marzo de 2015
Muy buena direccion artistica y fotografía! Entretenida en todo momento, con estilo peculiar y con un amplio y extenso reparto de calidad. Recomendada.
cine
Un visitante
0,5
Publicada el 23 de marzo de 2014
Una vuelta de tuerca innecesaria para los cinéfilos que necesitan que les sorprendan con algo distinto, que no por novedoso ha de ser bueno. Estética de Mortadelo y Filemón, guión simplón, diálogos artificialmente recargados con 3 adjetivos por cada sustantivo, y un MacGuffin penoso de un cuadro del que no es creíble su trascendencia. Ni siquiera es perfecto el supuesto simetrismo que se le achaca al director en sus planos (aunque no acabo de ver el mérito ni la belleza si simétrica fuera)
4,0
Publicada el 20 de marzo de 2014
Lo más excepcional de esta película es el trabajo de la cámara y el diseño de las imágenes, cada escena parece un cuadro minuciosamente dibujado, una hilarante puesta en escena que recuerda mucho al cine mudo y hasta los cortos clásicos de animación, incluso la pantalla se vuelve cuadrada cuando la trama se desarrolla en los años 30. Está llena de los elementos visuales tan propios de Anderson (plano cenital, rápidos zooms, encuadres imposibles, colores vibrantes...) donde el aspecto visual y la decoración son esenciales y están subordinados a la fantasía de ese exuberante universo tan particular que quiere mostrarnos: teleféricos y funiculares de juguete, paisajes dibujados o una improbable persecución esquiando que no hacen sino destacar la naturaleza ficticia y surrealista de la trama.
Otro de los temas que sorprenden en El gran Hotel Budapest es la ternura que desprenden todos los personajes, incluso los villanos. Adorables y excéntricos personajes que no se muestran melancólicos como en otras películas de Anderson, si no que dejan paso a una alegre comedia, sutil y elegante con momentos sublimes ("¿Acaba de tirar mi gato por la ventana?") y un ritmo trepidante, pero sin dejar de ser profunda e inteligente. Quizá lo más difícil de entender es la construcción de la película a través de un doble flashback anidado, pero sólo hay que pararse a pensarlo un minuto para poner cada cosa en su lugar.
El protagonista absoluto de esta historia es Ralph Fiennes que está sencillamente extraordinario como el gerente M. Gustave, un personaje elegante y contenido, hasta que termina por estallar. Acompañándole siempre, a modo de escudero y compañero de aventuras, su protegido, el joven botones interpretado por Tony Revolori que consigue eclipsar a tanta estrella a su alrededor.
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