Decepcionante biopic de Elvis. De verdad que el Rey del Rock & Roll se merecía mejor homenaje. Y mira que defenderé siempre la figura de los managers de artistas, porque hasta yo mismo lo he sido. Pero que una película en la que nos venden que es la historia de Elvis, no puede ser que cuando te sientes a verla, el centro de atención de toda esta historia sea su representante. Vale que el actor sea el genial Tom Hanks, que a mi gusto se hace un papelazo del que había predicho (no siempre acierto) que estaría nominado al mejor actor secundario. Su personaje es el del manager, acusado por la historia de haber sido el que lo llevo por el camino que lo condujo a la muerte. La trama central de esta película es la de que se defenderá de estas acusaciones. Como ven, más protagonista que el propio cantante.
A esta película le falta Elvis. No soy un devoto del director Baz Luhrmann aunque alguna de sus películas me han gustado mucho (Mouline Rouge” (2001) o “El gran Gatsby” (2013)), pero otras me han parecido aberrantes (“Romeo+Julieta” (1996) o “Australia” (2008)). Aun así, no dejo de valorar que sus películas son arriesgadas y eso es un valor que no se puede decir de todos los directores. Y es que, ese afán de notoriedad, de hacer cosas que sean siempre impredecibles, de tener que ser siempre obsesivamente diferente no pegaba en esta película. Quizás se equivocaron los productores al elegirlo para llevar a cabo una esperada biografía del más grande cantante del rock.
Esos planos tan actuales y excéntricos, sin necesidad narrativa; le quitan belleza a la época en la que el cantante se desenvolvió. Fíjense que hubiera aceptado mejor una película hecho en blanco y negro, como los videos de las canciones de Elvis que fueron los que lo encumbraron, pero no, hicieron una con pantallas partidas que en aquella época eran impensables. 8 nominaciones me parecen excesivas, aunque muchas de ellas sean en el aspecto técnico: la fotografía, el vestuario, el maquillaje, el sonido y el montaje. Creo que será una de las perdedoras de la noche.
Capítulo aparte me parece la interpretación del Rey a manos del actor Austin Butler. Para mí, hubiera sido el claro ganador, si desde el guion le hubieran dado más peso en la película. Eso sí, si lo gana, merecido es. Para muchos, entre los que me encuentro, es un auténtico desconocido, pero su parecido físico como el trabajo que hizo es lo que más valoro de este film. Que nos metió en el papel de Elvis es evidente y puede valerle el ansiado premio.
Poco más. Si quieren seguir adorando al mito del rocanrol, desempolven la discoteca o los cassettes y dense un homenaje como debe ser, escuchando sus canciones.