En un mundo de desterrados con maldiciones, Fate Graphite carga con la "Gula", que lo condena a un hambre insaciable. Tras consumir la fuerza y el alma de un ladrón al asesinarlo, se ve obligado a enfrentar la dualidad de sus poderes: la oportunidad de controlar su destino si puede dominar estos dones oscuros y voraces.