La serie sigue a Luke Roman, un agente inmobiliario que vende casas habitadas por entidades sobrenaturales. Para lograrlo, libera fantasmas o utiliza trucos como galletas recién horneadas, combinando lo cotidiano con lo paranormal.
La serie sigue a Sabi, un millennial de género fluido, en su búsqueda de identidad y realización personal. Entre comedia y reflexiones, lucha por encontrar su lugar sin renunciar a sí mismo.