Comedia disparatada en la que un terapeuta con problemas de contención de la ira debe enfrentarse a su día a día.
Antes de ejercer como terapeuta, Charlie (Charlie Sheen, 'Dos hombres y medio') era un bateador de la liga menor de beisbol. Poseía un gran talento, pero lo único que le impedía alcanzar las Grandes Ligas era él mismo. O, más bien, su problema para controlar la ira. Tras una terapia intensiva de manejo y control de la furia, Charlie pensaba que había superado todos sus problemas. Pudo demostrar lo que valía en el campo de beisbol, y tuvo su mejor temporada en mucho tiempo. Pero los problemas siempre vuelven, y para Charlie lo hicieron de forma estrepitosa. En pleno partido, el descontrol de su ira le hizo acabar lesionado. Una lesión que le apartó del deporte para siempre.
Pero como no todo es malo, esa lesión le permitió volver a la universidad y convertirse en el terapeuta que es hoy día. Un terapeuta poco ortodoxo, caótico y con muy mal genio. Que su vida sea un cúmulo de desorden y complicaciones no hace más que empeorar las cosas. Charlie debe lidiar a diario con su ex, una mujer frustrada con los hombres, y su hija de 13 años con problemas obsesivo-compulsivos. Además, su relación con su terapista y mejor amiga le traerá más de un quebradero de cabeza.