Hay que reconocer que supieron vendernos muy bien la serie que con Kevin Bacon a la cabeza y unos tráilers increíbles, dejaban ver un gran potencial para la historia de este asesino en serie y sus seguidores. Pero tras la grandeza del episodio piloto, la serie ha ido degenerando en una serie de tópicos sobre asesinos sin escrúpulos, demasiado exagerado y poco convincente, una lastima pues el inicio fue brillante.
Considero justo decir que episodio piloto fue un gran comienzo, con tensión, acción y muchas sorpresas inesperadas, pero tal como acabo la pregunta era ¿de que va a tratar el resto de la temporada? Los episodios 2 y 3 estuvieron a la altura, desvelaron el plan de Carroll, nos dejaron más sorpresas y conocimos a la mayor parte del elenco, pero a partir de ahí la serie bajo bastante la calidad, las tramas secundarias empezaron a ser poco convincentes, los personajes predecibles, la violencia excesiva…
A pesar de que el reparto lo encabeza Kevin Bacon, la verdadera estrella de la serie es el villano, Joe Carroll, interpretado por un genial James Purefoy (Resident Evil, John Carter). Un perturbado asesino, frío, carismático y muy inteligente, a pesar de que su inspiración sea Edgar Allen Poe, algo poco original que ya hemos en visto anteriormente, pero Carroll tiene un plan tan meticulosamente planificado que siempre va dos pasos por delante del FBI. Se las ha arreglado para reunir una legión de fieles seguidores que no dudaran en matar si él se lo pide (y aunque no lo haga, también) y todos los profesionales de las fuerzas del orden se ven torpes e impotentes para anticiparse a sus pasos, siempre llegan tarde. Aunque según avanza la temporada, Carroll también me esta decepcionando, ya que sus motivaciones parecen no ser tan poéticas y se reducen a venganza y celos.
Kevin Bacon (Sleepers, Mystic River) también pone su talento al servicio del agente Ryan Hardy, su relación con Carroll esconde más de una sorpresa que se irán desvelando durante la temporada. Un marcapasos y el alcohol como modo de vida nos dan la pista de que Hardy no ha conseguido pasar página, Carroll lo sabe y por eso decide convertirle en el protagonista de su obra. De momento, Hardy es una marioneta en sus manos, pero la tensión y la química entre el héroe (a su pesar) y el malo (malísimo) serán el eje de la trama.
Mi recomendación es que veáis el trepidante episodio piloto, tomarlo como una película con final abierto, después decidir si seguís con el resto de la temporada o le dais un “Never More”.