Broadchurch es una pequeña y encantadora localidad costera donde todo el mundo se conoce y nunca pasa nada. Una mañana aparece en la playa el cadáver de Danny Latimer (Oskar McNamara), un niño de once años vecino del pueblo, algo que conmociona a toda la comunidad. El inspector Alec Hardy (David Tennant) es destinado a Broadchurch para investigar la muerte del chico, donde trabajará con la sargento Ellie Miller (Olivia Colman), ella es amiga de los Latimer y su hijo Tom (Adam Wilson) era amigo y compañero de Danny.
La investigación nos va mostrando a distintos sospechosos, desde Mark Latimer (Andrew Buchan), el padre de la víctima que no tiene coartada, el vendedor de prensa Jack Marshall (David Bradley) que tiene un oscuro pasado, Susan Wright (Pauline Quirke) una extraña mujer que lleva poco tiempo viviendo en el pueblo, el joven reverendo Paul Coates (Arthur Darvill) que tiene mucho contacto con los niños del pueblo y un pasado como alcohólico, Nigel Carter (Joe Sims) compañero de trabajo y amigo de Mark Latimer que miente al decir donde estuvo la noche del asesinato, hasta Tom, el hijo de la detective Ellie Miller que había discutido recientemente con Danny. Como suele pasar en este tipo de historias, todo hace pensar que el responsable no ha sido ninguno de ellos, o quizá todos han tenido una pequeña participación… Las mentiras quedan al descubierto y, finalmente, el asesino resulta ser quien menos esperas (aunque algunas pistas si nos han dejado), en un sorprendente giro final.
El asesinato de Danny y la investigación sirven de excusa para hacer un análisis pormenorizado de una pequeña comunidad, en apariencia idílica, pero donde todos esconden oscuros secretos. Lo cierto es que esta fórmula ya estaba inventada, hemos podido verla antes en la legendaria Twin Peaks o en The killing. Lo más destacable de Broadchurch es una excepcional puesta en escena, unos guiones de gran calidad y, sobre todo, la fuerza de las interpretaciones. El dúo de detectives formado por Ellie Miller y Alec Hardy es lo mejor de la temporada, ella torpe y emotiva, él hermético y antipático, juntos han tenido momentos divertidos, otros de rivalidad profesional, pero este caso ha cambiado sus vidas para siempre, aunque por motivos muy distintos. Significativa, a la vez que profética, la conversación entre Ellie y la mujer de la caravana: ¿cómo no pudo haberse dado cuenta de lo que ocurría en su propia casa?, devuelta más tarde por Beth Latimer (Jodie Whittaker), la madre de Danny, a una abatida Ellie. Muy interesantes los últimos veinte minutos del episodio final mostrándonos a todas las víctimas colaterales que deja el asesinato de Danny, magistralmente escenificado en la conversación de Ellie y Hardy en el banco absolutamente desolados.