La serie sigue las andanzas de los integrantes de una familia que, pese a haberse criado en el mismo entorno, apenas comparten alguna que otra cualidad en común con motivo de sus diferentes personalidades y formas de apreciar todo aquello que sucede a su alrededor. Una vez que Michelle toma la decisión de mudarse a la región de Nueva Orleans junto con sus pequeñas Frankie y Taylor para montar una pastelería en la zona, pronto se dan cuenta de que sus vidas van a cambiar por completo en su nuevo hogar.
Una vez que se encuentran instaladas en su residencia, lo que no apreciarán al principio de su estancia es el hecho de que el piso está habitado en su interior por un grupo de espíritus liderados por Ray Preston, un compositor de música jazz, y sus retoños Louie y Miles. Tras superar el temor y el pánico inicial al percatarse de que van a convivir con varios fantasmas, muchos serán los obstáculos que deberán superar con la finalidad de que la coexistencia entre ellos sea lo más agradable. Con el transcurso del tiempo, las protagonistas averiguarán los encantos que jamás hubiesen pensado que tendría la cuestión de compartir el mismo espacio vital con sus nuevos compañeros.
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