Dos hombres y medio: episodios de la temporada 12

Un ataque al corazón hace que Walden se replantee su vida y tome una firme decisión: quiere ser padre. El millonario visita a una abogada que le anuncia que la única forma de poder realizar el proceso es si el solicitante está casado. Consciente de que las mujeres no han hecho otra cosa que traerle desgracias, Walden decide mirar hacia otro lado para conseguir su objetivo.

Alan sopesa la propuesta de matrimonio de Walden y acaba aceptando. Sin embargo, el ambiente idílico se estropea cuando el millonario insiste en que su prometido firme una separación de bienes. Evelyn aconseja a Alan lo contrario mientras Robin trata de que su hijo se case con cualquiera, cualquiera que no sea el propio Alan.

Walden y Alan comienzan el proceso para adoptar a un niño. Jenny convence a la pareja de que tienen que tomarse en serio su papel si quieren conseguir que la señora McMartin, una trabajadora social, les dé su aprobación, por lo que esta decide mudarse. Las cosas se complican cuando una Lyndsey, recién llegada de su rehabilitación, regresa para confesar a Alan que lo sigue queriendo.

Walden y Alan pasan el último examen de la señora McMartin. Esta informa a la pareja de que hay una joven universitaria, llamada Kathy, que está embarazada pero no tiene intención de quedarse con el bebé. La joven conoce a Walden y Alan y decide que son los padres perfectos para criar a su hijo. El matrimonio celebra la noticia sin sospechar que las cosas podían cambiar.

Tras la negativa de Kate a dar a su hijo, la señora McMartin ofrece a Alan y Walden la posibilidad de adoptar a un chico llamado Louis, de 6 años de edad. La trabajadora social ofrece a la pareja seis meses de prueba, para ver cómo se encuentran ante esta nueva situación. El joven, sin embargo, desarrolla una conducta difícil para Walden, que comprende que ser padre no era tan fácil como pensaba.

Alan y Walden cuidarán de Louis durante seis meses, con la posibilidad futura de una adopción. El carácter del niño, sin embargo, no resulta ser mejor por este anuncio. Con la experiencia que le ha dado el resto de casas de acogida en las que ha estado, este trata de manipular al matrimonio para conseguir todo lo que desee.

Walden y Alan están exhaustos por la exigencia que requiere cuidar de Louis. Ante esto, la pareja lleva al niño a un centro para que juegue con otros chicos. El matrimonio conoce a tres jóvenes madres cuyo atractivo será tan evidente que pondrá en peligro la farsa que Walden y Alan han estado manteniendo tanto tiempo.

Walden y Alan quieren convencer a un Louis que nunca ha recibido regalos, que Santa Claus existe y que la Navidad que pasarán juntos puede ser maravillosa. Rose ofrece su ayuda al matrimonio, pero estos rechazan la propuesta. Estos contratan a un falso Papá Noel y preparan los regalos. Sin embargo, Evelyn desarrolla un interés lejos del espíritu de la festividad en el actor.

Laurel y Walden tratan de tener sexo pero sus respectivos hijos no facilitan la tarea. Ante esto, los padres deciden pasar una noche en el hotel, que acabará ocasionando un enfrentamienot entre ambos. Por su parte, Herb recomienda a Alan que vayan juntos a clases de yoga. Este acepta. Sin embargo, se horroriza cuando se da cuenta de que una de las alumnas es Sydney.

La señora McMartin descubre que Alan y Walden no son gays y trata de llevarse a Louis del hogar. Alan intenta razonar con la trabajadora social y, de forma aleatoria, ambos acaban juntos en la cama. La decisión de McMartin parece ser firme, hasta que se da cuenta de lo feliz que es el niño en la casa.

Walden se entera de que Alan está teniendo un affair con la señora McMartin, y se enfurece con este hecho, ya que la relación entre ambos podría dificultar la adopción de Louis. Para alejarse de esto, Walden se une a un grupo de padres con el que conecta perfectamente. Su esposo intenta unirse al mismo, aunque Walden no esté de acuerdo.

Alan pide a Lyndsey reaunudar su relación cuando se entera de que esta se va a mudar para intentar empezar de cero. Alan trata de salir con ambas mujeres pero estas acaban descubriendo el engaño. Las represalias son especialmente duras por parte de la trabajadora social, que organiza una inspección nocturna sorpresa.

Lyndsey propone a Alan que se muden juntos. Sin embargo, este no parece encontrar un lugar que sea mejor que el apartamento de la playa. Lyndsey rompe con Alan y, a su vez, la señora McMartin rompe con Walden, de mutuo acuerdo. Cuando estos se dan cuenta de que van a acabar solos, tratan de reconquistar a sus respectivas novias.

Walden, que ve prosperar su relación, decide que quiere divorciarse de Alan. A cambio, el millonario comprará un regalo a Alan, el que desee. Cuando este elige un Ferrari, Lyndsey se enfurece al no haber pensado algo para los dos. Alan tratará de cambiar las tornas a su favor, mientras Walden se pregunta si su decisión ha sido la correcta.

¿Qué pasaría si Charlie no estuviera muerto? Esto es lo que comienan a pensar los inquilinos de la casa de la playa. A pesar de que parecía algo seguro, podrían haber evidencias que señalen lo contrario. Con intención de demostrar que su hermano no está vivo, Alan trata de demostrar que Rose, la única que piensa que Charlie está vivo, se equivoca.

Todos los conocidos de Charlie comienzan a recibir cartas, escritas a mano, en el que el autor pide perdón, junto a diferentes cheques de dinero en cada una de las mismas. Rose, que ahora parece tener la atención del resto de sus vecinos, cuenta como Charlie sobrevivió gracias a una cabra que le mantuvo como rehén durante un tiempo. Este sería el primero de una serie de catastróficos hechos que explican como Charlie Harper podría no haber dicho su última palabra.