The young Pope (Paolo sorrentino, 2017)
Es una serie que sorprendentemente no no es tan irreverente como creía. Esto tiene más qu ver con lo que había oído alrededor de la serie que con la serie propiamente dicha. Es bastante contenida y prefiere ganar en los silencios y en reflexiones.
Hay algo que particularmente se me hace un deleite visual son los planos simétricos en su puesta en escena. La regularidad en muchos momentos da un sentido relajante y grandilocuente lo concuerda con una institución tan poderosa y mística como la iglesia. En mi aún pequeño bagaje no había visto ninguna obra de Paolo sorrentino, y después de ver tanto su dirección, como puesta en escena me lo anoto como un dirección cautivador.
Porque si un adjetivo describe a la obra es cautivadora. Es una de estas ocasiones donde podemos afirmar que es una película de 10 horas, y al contrario que muchas, está te pide más en cada capítulo.
El argumento principal como tal es muy secundario. Existe y se desarrolla lentamente con una conclusión relativamente floja. Antaño lo vería como algo horrible, pero creo que la serie busca esto de forma consciente. Creo que funciona como un mosaico en el que a lo largo de 10 capítulos plasma distintos temas y sensibilidades. Todos giran en torno al cristianismo, pero también a terminos más amplios como la misma religión, el sentido de la vida o el amor. Todo esto queda afianzado con la figura del Papá, la mayor de las veces. Aquí es donde quizás no acierte tanto. Aunque es un protagonista bien construido y muy bien interpretado por Jude Law, muchas de las veces tiene la misma motivación para todo. La propia serie utiliza a personajes secundarios para plasmar estos temas y queda mejor porque el Papa queda mejor como elemento vehicular para estos temas más reflexivos que no ponerle a él en primer plano.
Unido a esto, desde el principio de la serie se presenta al protagonista como alguien que repentinamente cambió al convertirse en Papa, pero al no verle antes, no puedo comparar el cambio. Puede que sea yo no viendo lo que hay que ver, pero alguien que tiene un lado tiránico que incluso se cree cristo en la tierra, me parece un personaje llevado al límite o ese punto de irreverente porque sí.
Y vuelvo a repetir, Jude Law lo borda, es de sus mejores interpretaciones. Pero creo que su arco de personaje o se podría haber simplificado dando peso a otros personajes o darle otras capas distintas.
Con todo, estoy hilando muy fino.
Si hay algo que la serie borda es reflejar un sentimiento religioso. Como persona educada en el cristianismo católico se ve la profundidad, y personalmente hay momentos muy poderosos de introspección.