Una serie por los que ya no buscamos héroes ni líderes en ninguna parte porque no existen. Un relato complejo, cosido al milímetro y que dibuja una sociedad donde el miedo se retroalimenta junto a una esperanza que hay que cuidar con deleite si no queremos echarlo todo por la borda. La mejor serie que he visto en los últimos años (Con el permiso de Fargo). (9/10)