Opiniones Crisis in Six Scenes

Para los que no sienten simpatía por W.Allen evidentemente ni tan siquieran se molestarán
en leer una crítica de la serie, pero para el resto, ya sean a los que nos guste o para los que
lo desconozcan, recomiendo encarecidamente esta mini-serie de 6 episodios.

En 20 minutos que dura cada capítulo, quieras o no, la sonrisa y la carcajada se te escapa...
jajjaa, ¡qué buena la escena del salto de tejado!, jajajja...

Y ya con el capítulo final o desenlace, ¿qué decir?...
¿ancianitas del club de lectura?... ¿pacientes de la terapia de pareja?... jajajjaja

jajajjaja, ¡lo que me he podido reir!, jajajja

Conclusión:
comedia inteligente con desenlaces, que no es muy habitual ver hoy en dia en
televisión.
Merece la pena verla aunque por ello tengamos que vernos a Miley Circus.

Kiss kiss,

Un Woody Allen edulcorado, al que estamos últimamente (salvo excepciones) acostumbrados, lejos de sus más brillantes trabajos, pero aún así capaz de ofrecernos momentos hilarantes

Estamos en los años 60s, durante la Guerra de Vietnam. Sidney J.Musinger (Woody Allen) es un escritor que ha ganado algo de fortuna escribiendo comerciales y está encarando una serie (en un guiño metaficcional). Convive con su esposa Kay (Elaine May), una consultora de parejas y conforman un matrimonio relativamente tranquilo y acomodadao en una casa gande y confortable. La "crisis" del título se desata cuando irrumpe en sus vidas Lennie Dale (Miley Cyrus), una prófuga castrista/maoista acusada de cometer actos terroristas.

De más está decir que esta irrupción genera toda una serie de situaciones y peripecias para la pareja protagónica, cuyos integrantes reaccionan de manera muy diferente al respecto.

La serie está llena de referencias marxitas y maoistas (ignoro si son todas reales o textuales) y el debate ideológico y las críticas al capitalismo (entre otros tópicos) están siempre presentes y no son menores (acaso otra mirada pueda relativizarlas). El radical personaje de Lennie es serio y hasta pedante, pero Allen siempre lo trata con respeto (salvo por una sola faceta graciosa que exaspera a Sidney).



Capítulos aparte son las terapias de pareja que lleva adelante Kay y, sobre todo, el club de lectura que organiza, que deparan algunos de los momentos más graciosos de la serie.

Si bien podría pensarse que esto se trata de una película partida en seis, lo cierto es que cada capítulo termina en un efectivo cliffhanger. Reaparecen muchas facetas de los personajes que encarna Allen, siempre graciosas, disfrutables y a veces algo exasperantes. El relato es siempre fluido y ameno y por momentos polémico. Y por suerte, está despojado de nostalgia vintage: la acción podría suceder ahora.

El último capítulo vuelve a demostrar la maestría de Allen para manejar situaciones con muchos personajes.

Siempre consideré a Woody Allen el Mozart del cine. Y esta serie vuelve a confirmarlo.