El inicio de Suburra nos acerca casi del principio al trío que será protagonista de esta historia de luchas de poder y corrupción en Roma y el Vaticano. Está bastante bien ambientada, el marco de la capital de Italia es, en sí, como la ciudad misma, una belleza y resulta interesante, sin llegar al nivel de otras series de mafia y bandas más notorias, pero con bastante interés, y algunos de los personajes son bastante carismáticos.