SOLO PARA FANS DE BRYAN CRANSTON
Al parecer, según los entendidos, el verdadero boom de calidad de las series se inició con Los Soprano a finales del siglo pasado. Antes, las series se limitaban a sitcoms más o menos graciosas, culebrones interminables y alguna rara avis como Twin Peaks. A partir del siglo XXI, los productores de cine, al no necesitar guionistas para elaborar películas, dado que sus ingredientes principales son los alardes pirotécnicos y efectos especiales abrumadores, el gremio mencionado se vio obligado a cargar con sus portátiles para llamar a las puertas de las cadenas de televisión y/o plataformas varias, donde fueron recibidos con los brazos abiertos, hasta el punto de hacerse indispensables.
Sí. Tal vez ser guionista sea una de las profesiones con más demanda en el futuro. Digo esto basándome sobre todo en la innumerable cantidad de series que podemos “degustar” hasta la saciedad. No sería nada descabellado, por lo tanto, imaginar en la actualidad a un guionista llamando a las puertas de una productora y empezar diciendo: “Tengo una idea para una serie que…” Y de inmediato el director le interrumpa con: “No importa. Se la compro”, extendiéndole un cheque a continuación.
¿Exagero? Me temo que no. Es tal la abundancia de series que de forma imparable se producen, consumen y evacuan, y todo ello casi al mismo tiempo, que resulta imposible saber dónde está el límite, si es que lo hay, sobre todo teniendo en cuenta que, debido a los tiempos que corren, la gente está obligada a quedarse en casa por narices y… ¿qué va a hacer sino ver series y series y series en sus televisores, consolas, PC, Mac, móvil, tabletas y demás dispositivos?
Your honor, la serie en cuestión que nos ocupa, es una más de tantas y tantas, producida en esta ocasión por Showtime, un canal estadounidense que se ha ganado el prestigio internacional debido a la calidad y transgresión de sus series. Y ese es el motivo por el que me dispuse a verla, amén de que, como gancho o señuelo, lo interpretaba nada más y nada menos que ¡Bryan Cranston!
¿Y quién no conoce a B.C.? Por favor, no me imagino preguntar a alguien si ha visto Breaking Bad y que te respondan que no. Es prácticamente imposible. De manera que, una serie que tiene como protagonista a este magnífico actor, es a todas luces un pecado no verla, aunque solo sea por disfrutar con la interpretación que, no cabe la menor duda, nos va a brindar.
Y sí. En efecto. B. C. no nos defrauda. Es verdad que el registro es casi el mismo que en la serie Breaking Bad, es decir: un hombre envuelto en un episodio delictivo que se va complicando más y más, razón por la que se pasa todos los capítulos intentando que no le pillen, poniendo cara de: “me van a descubrir, me van a descubrir…”; algo que ya aplaudimos en la susodicha serie y, sinceramente, ya estábamos más que servidos. Pero no importa. Bienvenido seas B.C. porque vamos a seguir adorándote pese a todo.
Your honor es una serie que, al igual que la mayoría de ellas, se alarga innecesariamente, intentando crear tramas vacías de contenido, como metidas con calzador, y sin que tengamos por lo tanto motivo alguno para seguirla, excepto el hecho de que queramos saber cómo narices termina. Es verdad que parte de una idea original, pero, sinceramente, no creo que eso sea suficiente para rodar una serie de 6 horas de duración. Pero bueno, son los tiempos que corren. Estamos en casa los fines de semana (y algunos incluso el resto de la misma) y… qué otra cosa mejor podemos hacer sino ver series y series y series…
En resumidas cuentas, Your honor es una serie en la que trabaja nada más y nada menos que ¡Bryan Cranston! y… eso es todo.