Serie USA del 2021, de diez capitulos, de una media de 55 minutos, con una valoración de 4/10, bajo dirección de Andrés Nemec y guión adaptado de Jeff Pinkner.
Esta adaptación del anime se le nota de entrada está condenada a encontrar críticas negativas, o por lo menos a peros desde su principio.
A pesar de esforzarse en ser redonda con un cierto estilo propio, en una animación impecable, con unos diseños vibrantes y una banda sonora a la que pocos pegas se les puede poner. Con una buena réplica de escenarios, ante personajes con cierta precisión puntillosa muy interesante.
En todo lo que respecta a naves y decorados, y también en la propia planificación de la imagen: planos, montajes, y uso de la música se clonan con fortuna aquella especie de regurgitación de un spaghetti western con la cara lavada, que era la serie anime.
Pero a pesar de esas cualidades algo no termina de encajar. Hay algo en el ritmo de la acción, planificada de esa manera hipercinética que solo la animación es capaz de brindar, y aquí no se recoge. Hay algo en ese drama culebronero, que con actores reales, queda impostado donde en el anime era emotivo. Pese al esfuerzo, esta nueva versión se le ve que queda a rebufo de su modelo primario, cuando por instinto se compara.
Por muy cuidada que sea su adaptación, el metraje no puede competir con eso, y es una pena. Porque a muchos niveles, la adaptación funciona: el inaprehensible elemento cool de la serie original es replicado con fortuna. La química entre los tres cazarrecompensas está ahí, y hay soluciones visuales ingeniosísimas, mitad retorcimiento par´ódico de las convenciones de la ciencia-ficción, mitad cine de acción de Hong Kong bien entendido (estupendo trabajo del coreógrafo Allan Poppleton),que funciona muy bien.