Servant
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María CÓR
María CÓR

1 usuario 8 críticas Sigue sus publicaciones

Crítica de la serie
4,0
Publicada el 11 de febrero de 2024
Hola! Me ha parecido una serie asombrosa. Cada capítulo te mantenía y dejaba en suspense. Sobre todo la 1 y 2 temporada. He de decir que la 4 temporada, es la peor, todo parece surrealista y que no creíble como enlazan las tramas. Lo de Dorothy y su accidente... vamos, vamos. De una persona que está parapléjica, de no poder levantarse ni moverse en la cama, pasa de un momento a otro a la silla de ruedas, al andador y sorprendentemente deja el andador y todo y anda sola. Incluso en la escena final, donde se montan en un taxi el marido y ella, lo hace, entrando en el taxi, como lo haría yo, doblando la espalda, para no darse con la cabeza, moviéndose hacia adentro para dejarle sitio a Sean y sentándose. Nada creíble y decepcionante. Y el final con Julian, debo entender que la secta en sí, existe, la de los revividos, pero tal como termina Julian mirando toda la gente que forma parte de la secta y ya, final. Me esperaba un final más impactante. En definitiva, la temporada 1 y 2 increíbles. En la 3 va decayendo en credibilidad y la 4 muy decepcionante y no creíble. Pero aún así, he disfrutado mucho de verla. SALUDOS.
anamagica
anamagica

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Crítica de la serie
3,5
Publicada el 3 de julio de 2024
Es una serie que engancha al inicio, sin embargo el hecho de que hayan alargado tanto la historia a cuatro temporadas fue innecesario, con dos temporadas maximo tres hubieran podido hacer lo mismo dando un plowtwist notorio pero entretenido, tenian mucho potencial pero no lo supieron distribuir. La recomendaría si te gusta el misterio, el supenso y los temas relacionados con sectas.
Ozonero
Ozonero

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Temporada 1 crítica
3,5
Publicada el 27 de septiembre de 2021
Con ese ambiente malrollero y elegante a la vez que solo sabe hacer un creador como Shyamalan, con muchas de las características de su cine (planos, colores...), Servant en su primera temporada está cargada de un ambiente opresivo y a la vez de una intriga malsana que engancha al espectador desde el principio, en esa mezcla de, por momentos, comedia grotesca, por momentos thriller de terror que tan bien se le dan al cineasta de origen indio pero afincado en Pennsylvania y que hace de la primera temporada de Servant un producto bastante recomendable.
Ozonero
Ozonero

113.322 usuarios 1.427 críticas Sigue sus publicaciones

Temporada 2 crítica
3,0
Publicada el 19 de octubre de 2022
Aunque comparte, desde el punto de vista cinematográfico, los mismos puntos fuertes de la primera temporada (planos y demás), da la sensación que en la segunda temporada, Servant empieza a dar más rodeos y se intenta crear tensión con situaciones que desde el punto de vista argumental no parecen tener mucho sentido y que eso hace que le reste interés. Hay también algunos personajes cuya forma de actuar resulta desconcertante, poco lógica o errática, y todo en su conjunto baja un peldaño al menos la serie con respecto a la primera entrega.
cine
Un visitante
Crítica de la serie
3,0
Publicada el 31 de agosto de 2020
Definida como thriller psicológico con ambiente de terror, el aclamado director de la trilogía de Mútliple, Señales y La Joven del Agua entre otras, así como su incursión en la serie Wayward Pines, M. Night Shyamalan (productor) aporta ese aura de misterio paranormal constante que intentará atraparte los 2 ó 3 primeros capítulos.

Escenarios cuidados, cámara nítida, relajada, sin cambios bruscos de intención, marcando con cuidado cada corte, mirada o palabra. Toby Kebbel interpreta a un buen Chef inglés cuyas innovaciones marcan su estado de ánimo, callado y con mal carácter. Lauren Ambrose, periodista reputada, intenta evadirse de los males que la rodean, sobre todo el trágico pasado que acompaña a ambos, pero en especial a ella, pues una desafortunada irresponsabilidad llevó a lo que nos da la serie: muerte prematura de un bebé y reemplazo por un muñeco de silicona, con la conveniencia de la familia, y el ”desconocimiento” de la madre.

Un ingrediente, o un par, faltan por añadirse a este guiso. Dorothy (Lauren Ambrose) contrata por su cuenta a una niñera para encargarse del muñeco, situación difícil de enfrentar, sumado a que la madre dentro de su limbo mental considera que sigue vivo, pues pasó un estado catatónico al estar con el bebé muerto 4 días encerrada. Myrcella Baratheon, en este caso, Leanne Grayson (Nell Tiger Free) se presenta como una niña inocente, pulcra, rutinaria, que acepta encantada esta extraña composición familiar, aunque la rodea un área de misticismo e intriga, que no sabes en ningún momento cual será su reacción llegando a desmayarse, insinuarse sexualmente, rezar, o dormir con el bebé en la cuna.

Julian (Rupert Grint) hermano de Dorothy, hilo conductor de comedia de la serie, alcohólico e intuitivo, desconfía de Leanne nada más llegar, lo que le sume en una investigación acerca de sus orígenes ayudado por un detective y la psicóloga sin titulación, que aconsejó a la familia el cambiazo preventivo del hijo. Las sospechas hacia la niñera se saldan con extraños sucesos, que no dejan de conformar un ambiente enrarecido en el que no te llegas a creer lo que acaba de pasar; el bebé, cuando está con Leanne, cobra vida. Sí, y no sabes si lo ha traído ella, o es algún tipo de ritual (nada más llegar pone en su cuarto una cruz hecha con ramas y cuerdas).

La clave de esta composición de 10 capítulos es ésa, no sabes si hay magia o no, te lo crees, pues astillas en la garganta no es algo muy típico, así como la pérdida de gusto de un Cheff de alta cocina, pero a la par asumes perfectamente las explicaciones banales que aportan cada personaje. Leanne, obsesiva con quien no la trata bien, parece evocar un mal hacia esas personas, y viceversa, otorgando vida a quién sufre mucho, pero solo con ella delante, lo que nos lleva a pensar que puede ser una especie de elegida, con un don excepcional.

En la última estocada de tensión, aparecen nuevos personajes, supuestos familiares pertenecientes a una especie de secta religiosa fanática, que ayudada de dos buenas actuaciones de Alison Elliot (Tía May) y Boris McGiver (Uncle George), acaban por mostrar en sus monólogos fuertes, enrevesados y cautivadores, cómo pueden abducir a cualquier personalidad, por fuerte que sea, y te hacen dudar de todo lo que ha pasado en la serie sin que ésta pierda pie ni intención.

Subjetivamente, el hecho de que el ochenta por ciento de los planos sean en la cocina, estableciendo una especie de simbiosis entre escenas de cortes de cuchillo, tajos, cocciones y Leanne preparándose meticulosamente su inmutable bandeja de sopa de tomate, reuniones cargantes y comedia de matrimoniadas, alivia momentos en los que te da la sensación que vas a recibir un susto. No es la típica película de screamers (La Monja, Llorona), se aleja bastante de ese ”pseudoterror”. Demuestra que son innecesarias caras de CGI terroríficas, invocaciones demoníacas y consigue envolverte con una manta de incomodidad perturbadora que en algunos casos se queda corta. Considerando que su intención sea no llegar más allá en esos aspectos, alcanza cuotas altas que cualquier persona que gusta del suspense oscuro puede disfrutar sin aburrirse del todo.
decatur555
decatur555

1 usuario 260 críticas Sigue sus publicaciones

Crítica de la serie
4,0
Publicada el 20 de noviembre de 2025
Servant me ha dejado revuelto durante días. No por los sustos —que los tiene— sino por esa sensación de incomodidad que te va metiendo poco a poco. Yo pensaba que iba a ser “otra serie de Shyamalan”, misteriosa, con giros raros… pero esto es otra cosa. Es más macabra, más íntima, más enfermiza, como si alguien hubiera cogido un drama familiar y lo hubiese dejado pudriéndose en un sótano durante meses. Y yo, que soy muy de engancharme cuando una historia va por ahí, me tragué las cuatro temporadas seguidas.

Lo que más sorprende es que todo pasa dentro de una casa. Pero es suficiente. La cocina, el pasillo, el salón… todo empieza a deformarse, a cargarse de tensión, como si las paredes también estuvieran metidas en el juego. A veces quería pausar un capítulo solo para respirar un poco, porque entre el sonido, las miradas, los silencios y esa forma de mover la cámara, hay momentos en los que parece que algo está a punto de romperse.

Los actores son una locura. Aquí nadie interpreta “normal”. Todos están como torcidos, como si escondieran algo que les duele o que les da miedo decir. Lauren Ambrose está increíble, pero lo que hace Nell Tiger Free es otro nivel. Da igual si sonríe, si cocina, si mira por la ventana… siempre parece que sabe algo que tú no. Y eso te deja intranquilo desde el primer capítulo.

La serie tiene altibajos, sí. Hay temporadas donde parece que el misterio se estira un poco más de la cuenta, y algún episodio que avanza menos. Pero incluso en esos momentos, el clima que crea es tan opresivo que no puedes parar. Es de esas series que funcionan más por atmósfera que por respuestas. Y eso, si entras en su juego, es adictivo.

Hay escenas que son directamente duras. No sangrientas, no explícitas, sino… incómodas. Morbosas. De esas que te hacen pensar “esto no debería estar viéndolo” pero no quitas la mirada. Y cuando llega el final, con toda la tensión acumulada, te deja una mezcla rara entre alivio y vacío.

No es una serie para todo el mundo. No intenta gustar. Va a su ritmo, a su oscuridad y a su tono. Pero si conectas con ella, como me ha pasado a mí, es de las que se te quedan pegadas en la cabeza, incluso cuando ya la has terminado.