Serie polaca del 2018, de ocho capitulos, de una duración de 55 minutos por capítulo con una valoración de 4/10, bajo dirección y guión de Joshua Kong. Distopía Policíaca.
La serie 1983 es la primera producción polaca, asentada en un mundo distópico en el que Polonia sigue bajo el amparo de la URSS y los aliados del pacto de Varsobia. El denominado telón de acero es la línea que separaba la Europa Occidental capitalista de la Europa Oriental comunista después de la Segunda Guerra Mundial, en la que nunca habría caído, y nuestros protagonistas un prometedor estudiante de derecho y un inspector de policía atormentado por su pasado, van enconteando la conspiración que mantiene oprimido al país.
Para apoyar la narración, sus creadores harán uso de una escenografía muy particular. Influida esencialmente por el ciberpunk, la distopía sumada al ciberpunk hace una serie con el que se intenta atrapar con su portada y su sinopsis.
Los problemas empiezan con el desarrollo.
las calles de Polonia en una estética azulada, con grandes charcos de lluvia en los que se reflejan los neones públicos, se hace lo suficientemente oscura como para reforzar esa constricción gris y apagada en la que viven permanentemente sus ciudadanos. Pero esa iluminación austera jugará en detrimento de algunos detalles de actuación que parecen descuidados.
Recurre al "partido", los ataques terroristas y la decadente vida de la población para alimentar su discurso de forma artificial. Desde los primeros compases se ve que pretende evocar la obra de George Orwell 1984 (en la que incluso hay un guiño en la que sale a relucir la novela), pero esa es una dependencia peligrosa, sobre todo si de ella requiere la transmisión del mensaje subversivo que alimenta la trama.
La serie a fin de cuentas es interesante como drama criminal. El estado de represión policial se representa más en diálogos toscos y vacíos o como teorías, que en demostraciones reales de tiranía. La narración principal consigue definir un mundo del que definitivamente querríamos saber más, pero la historia termina siendo muy poco estimulante.
Los diálogos son el punto más flojo del metraje. Hay una fidelidad antinatural en su reproducción y en muchas ocasiones son una descripción literal de las acciones de los personajes. Esto se convierte en un gran problema cuando es en sus palabras donde descansa todo el peso de la trama, y ni por esas conseguirá ubicarnos apropiadamente.
Una serie rápida de disfrutar y con una reproducción que muchos considerarían inquietantemente fiel en ciertos casos. Su factura la convierte en una de las producción atractiva de entrada que bien merece una oportunidad, luce bien, pero la historia se enreda con subtramas complejas y diálogos rígidos que se alejan de naturalidad.
LO MEJOR:
El clima de constricción que pretende transmitir.
LO PEOR:
Los diálogos son rígidos y las actuaciones parecen encorsetadas