La línea invisible
La línea invisible, miniserie de 6 capítulos dirigida por Mariano Barroso, para Movistar +, bien podía haberse llamado, de forma explícita, El Inicio de ETA. Sin embargo, la sutileza del título, “línea divisoria” entre lo que comienza y lo que vendrá después, nos permite entrar en la historia forma menos abrupta. Narra el primer asesinato que cometió la banda terrorista en junio de 1968 cuando Txabi Etxebarrieta, líder de la recién creada organización, asesinó al guardia civil José Antonio Pardines.
La serie, a pesar de que por su temática podría inducirnos a una secuencia de escenas trepidantes y llenas de acción, está planteada desde el punto de vista de unos personajes que, poco a poco, van reconduciendo sus vidas hacia unas metas para las que, en principio, no estaban dirigidas. Es el caso de Txabi Etxebarrieta (Álex Monner), cuya vida cambia radicalmente cuando pasa a liderar una organización casi de forma casual influenciado por su hermano José Antonio (Enric Auquer), o el de Melitón Manzanas (Antonio de la Torre) jefe de policía y Brigada Social Política de Guipúzcoa cuyo objetivo es desmantelar una organización que, aparentemente, no parecía problemática.
Los actores, tanto los principales, Txabi Etxebarrieta, Antonio de la Torre, Anna Castillo, Enric Auquer, como los secundarios, Asier Etseandía, Xoán Fórneas, Patrick Criado, Joan Amargós, están perfectamente dirigidos por Mariano Barroso, quien ya había debutado como director de series, junto a Alejandro Hernández, en El día de mañana, basada en la novela de Ignacio Martínez Pisón, estrenada en 2018, también para Movistar +, donde ya destaca su magistral dirección.
En La línea invisible, la puesta en escena, la ambientación y la recreación de la época son brillantes. Nos sitúa en el comienzo de una organización que, durante muchos años, sembraría el terror con sus crímenes en la historia de nuestro país.