El asesinato de un niño de catorce años, Ben Rifking, es investigado por Andy Barber, un asistente de fiscal del distrito cuyo hijo, Jacob, era compañero de Ben. El asistente de fiscal, al principio, sospecha de Leonard Patz, un vecino que forma parte de las listas de pedofilia pero, pronto, unas acusaciones le llevarán a sospechar de su hijo Jacob. Las evidencias aún serán más incriminatorias hacia Jacob cuando se encuentra un arma en su habitación que encaja con la descripción y una huella de Jacob en la sudadera de Ben.
La familia de Jacob comenzará a sospechar sobre la inocencia de su hijo cuando, estando de viaje, una amiga del acusado, Hope Connors, desaparece.