Serie usa del 2021, primera temporada de 8 capítulos, de una duración media de, con valoración de, de 6/10, bajo dirección de Stephen St.Leger y guión deJeb Stuart, Vanessa Alexander, Declan Croghan, Eoin McNamee, con un presupuesto total de momento de 35 millones. Drama histórico.
Primero fue la vida y obra de Ragnar Lothbrok y Lagertha, luego la de sus hijos Björn, Ivar, Ubbe, Sigurd, Halfdan y Hvitsärk; y ahora es el legado y la leyenda de todos ellos los que inspiran Vikingos Valhalla, la nueva serie secuela de la ficción original Wikings, iniciando esta nueva trama un siglo y medio después.
Ambientada a principios del siglo XI, partirá desde el momento en el que los vikingos emporedados dominaman el norte de Europa.
La linea argumental empieza con la matanza de San Bricio en 1002 y va entrando en enfrentamientos con sangrientas desde la toma de Londres hasta batalla fraticida vikinga en la
desavenencia religiosa entre cristianos y paganos, que les llevarán por diversos mares y campos de batalla en su lucha por la gloria y la supervivencia.
Todos ellos son héroes, mitos cercanos a los dioses paganos, que sirven de inspiración a una sociedad vikinga más amplia y transformada, en la que sus nuevos protagonistas también están basados en los libros de historia, y con mayor base para construirlos al existir más documentación sobre sus aventuras. Hablamos de los aventureros Leif Eriksson (Sam Corlett) y su hermana Freydís Eiríksdóttir (Frida Gustavsson), ambos hijos de Erik El Rojo; hasta Haral del Rey Canuto II "El Grande" (Bradley Freegard); o el ambicioso príncipe nórdico Harald III Sigurdsson el despiadado (Leo Suter); y el no menos interesado hermanastro de madre Olaf Haraldsson II el santo (Johannes Haukur) el rey noruego que murió en la batalla de Stiklestad en 1030 y fue canonizado; y la reina Inglesa Emma de Normandía apodada como Rosa de Normanda esposa de Canuto II en 1017 (Laura Berlin).
El factor histórico es clave para comprender la evolución de la ficción,
En el caso de esta secuela, las vidas de sus protagonistas están más documentadas, lo que hace necesario combinar la fidelidad histórica con el enfoque de entretenimiento. Y para ello, su nuevo showrunner Jeb Stuart (Michael Hirst ha pasado a ser productor ejecutivo, inhibiéndose voluntariamente de su proceso de creación) ha sido muy inteligente para saber adaptarse con más acción, más ritmo, y menos profundidad histórica.
Esa idea inicial es fundamental porque marcó todo el proyecto, empezando por la decisión inicial de qué época iba a reflejar. El propio Stuart ha explicado en entrevistas que tuvo claro que quería arrancar con la Masacre del día de San Bricio, y cómo volvió a unir a los vikingos para lanzarse a la conquista de Inglaterra. Es decir, tenía claro que debía escoger una época convulsa, llena de batallas y guerra, para poder aferrarse a la acción. Y el resultado convence y le permite diferenciarse de la serie original.
Su nuevo foco, pasando de la historia a la acción, no quiere decir que la base histórica deje de ser tenida en cuenta. Pero Valhalla no tiene problema en mostrar sus prioridades: sus primeros minutos son una potente escena de acción y una escena de sexo.
La referencias a la serie original se limitan a los primeros compases, casi como un guiño a los fans que a buen seguro heredarán de ella. Pero pronto pasa página y se centra en sí misma, dejando claro, como también ha expresado su creador.
De hecho, el universo de Valhalla es mucho más grande que el de la ficción de la que parte. La nueva serie refleja la evolución del pueblo vikingo, sobre todo cuantitativa, y sitúa en el centro de la trama la mezcla de religiones: el paganismo de la original, y la irrupción del cristianismo. Esta vez lo hace dentro de sus propios hombres y mujeres, demostrando que sin importar en qué se crea, todos pueden ser vikingos, coexistir y cohabitar. Como soñó Ragnar. Aunque como siempre, los extremismos acaben por destrozarlo todo.
Las mujeres merecen una mención aparte. Es raro poder reflejar personajes femeninos fuertes y empoderados al hacer una serie ambientada en hace mil años. Pero la sociedad vikinga realmente creía en la igualdad, para opinar, para dirigir, para gobernar... y por supuesto para luchar. El camino de Lagertha es bien continuado por Freydis en Valhalla, y hay escenas destacadas de combates dialécticos y físicos entre mujeres, que de hecho permiten salir de la cierta apatía que se apodera de la trama inglesa en algunos momentos.
Los que se animen a ver Vikingos: Valhalla podrán disfrutar de una convincente serie que se apoya en la acción (aunque sus coreografías de lucha por momentos no parezcan perfectas), que gana fuerza con su trama centrada en la conquista y la batalla, y que la pierde con su trama más referida al mundo espiritual y esotérico de los vikingos. Aunque al final ambas confluyan para cerrar una acertada narración que colmará las expectativas de los fans de Vikingos, y gustará a quienes de nuevas quieran apuntarse a una serie de acción con base histórica. Seguramente juntos pidan más, y apunta a ser el inicio de una nueva generación de vikingis de las tres temporadas teóricamente la entrega de sus 24 entregas, pues el tema Vikingo suele tener aceptación.