Antes de la versión live action de Scooby-Doo, los actores y además esposos, Freddie Prinze Jr. y Sarah Michelle Gellar ya habían compartido pantalla - y de hecho, se conocieron - en I Know What You Did Last Summer, una película de suspenso y terror del subgénero slasher (este consiste en que la película debe tener un asesino que persigue, principalmente adolescentes, para matarlos de forma sangrienta, generalmente degollándolos o con algún objeto punzocortante) que reunió a las estrellas juveniles del momento. Este subgénero estaba resurgiendo en aquel momento gracias a Scream, estrenada en 1996 y definitivamente I Know What You Did Last Summer fue la siguiente película de aquella tendencia en ser un taquillazo que no arriesgó en salirse de las características del género, ya que nos presentó los asesinatos violentos de un villano memorable y los personajes principales muy pegados a estereotipos además de un desenlace que incluye la final girl, pero que de todas formas cuenta con la suficiente identidad propia para tener miles de fanáticos alrededor del mundo.
Lo que muchos han olvidado, tal vez por salud mental, es que la película original se convirtió en una trilogía que hubiera sido mejor que no existiese. Es que el argumento que da inicio a la trama es efectivo pero sencillo, por lo que la historia en sí misma no da para alargarla demasiado. Eso fue lo primero que pensé cuando se estrenaron los cuatro primeros capítulos de la nueva serie de Amazon Prime, que lleva exactamente el mismo nombre de la cinta original. Eso y que, por lo general, un remake de una película que todos recordamos, salvo contadas excepciones, no tiene gran probabilidad de éxito.
Sin embargo, el nuevo guion, escrito por Sarah Goodman, la misma guionista de Gossip Girl, renueva la historia modificando elementos importantes en las características de los personajes y la relación que tienen los protagonistas con la persona que termina siendo atropellada (aquí también todo inicia con un accidente de tránsito), dando origen a los siguientes sucesos pero mantiene otros puntos clave como que la aparición del asesino ocurra un año después, cuando Lennon (Madison Iseman), quien vendría a tener el rol protagónico de Julie que interpretó Jennifer Love Hewitt en la película, regresa de la universidad.
La serie tiene la ventaja de poder desarrollar mejor y escarbar en la realidad de los involucrados en el accidente inicial y como es que sus vidas se han visto afectadas, además de que los sucesos están mucho más intrincados pues se producen tramas secundarias en las que observamos como las relaciones entre ellos comienzan a verse afectadas, pues cada uno pasa a convertirse en sospechoso (algo que la película no tuvo oportunidad de explorar) y la vida de cada uno empieza a desmoronarse al verse perseguidos por el asesino, que valgan verdades, aparece muy poco hasta lo que la serie ha mostrado hasta el momento.
No estamos igualmente presenciando una serie de terror slasher como tal, pero tampoco ante un drama extremadamente profundo. Esta versión es una serie de suspenso con mucho contenido adolescente, y por lo tanto hay fiestas, sustancia ilícitas, sexo y suspenso, al más puro estilo Elite pero menos previsible y tedioso. Aun así, los estereotipos se mantienen palpables y mucho de lo que vimos en la película sigue estando presente solo que actualizado, como la inclusión de redes sociales y de la tecnología para las amenazas del asesino. No obstante, la serie mantiene un buen ritmo y, si bien no contamos con las actuaciones más brillantes, podemos darle el beneficio de 'maratonear' los episodios disponibles hasta el momento, ya que el suceso inicial que decanta en el resto de la historia, genera suficiente sorpresa como para llamar la atención del espectador.
Amazon estrenó el 15 de octubre los primeros cuatro capítulos y la semana pasada, el quinto. Aún tenemos tres episodios más que se estrenarán semanalmente, finalizando el 12 de noviembre.