Drifting Dragons nos traslada a un mundo en el que los dragones sí existen. Pero forman parte del menú. Así que la tripulación de la aeronave Reina Zaza sale en su búsqueda puesto que los integrantes se ganan la vida cazando dragones.
Los navegantes del buque llevan casi medio siglo surcando los cielos de todos los países en busca de esos dragones, puesto que son uno de los pocos barcos dragoneros que sigue en activo. Para ellos la recompensa no es monetaria, sino, toda la carne que puedan llegar a comer.
Y aunque es verdad que el principal objetivo es cazar dragones, lo que de verdad le gusta a los tripulantes es comer su carne. Pero si la expedición fracasa, el hambre será la menor de todas sus preocupaciones. Las vidas de los que viajan está en juego y si algo sale mal, la muerte les estará esperando.