Pongamos que hablo de Sabina es el documental que recorre la vida de Joaquín Sabina a través de los tres grandes pecados que siempre ha reconocido de forma pública.
Descubrimos la parte más personal del artista de la mano de compañeros de profesión que se sientan por primera vez enfrente de una cámara de televisión. También conoceremos los tres aspectos que han marcado la vida de Sabina: amores, pecados y pasiones.
El documental muestra fotografías y material inédito que nunca había visto la luz. Durante la serie conocemos aspectos que nunca antes habíamos visto y se resuelven dudas que los fans llevan preguntándose toda la vida, como, por ejemplo, porqué el cantante comenzó a hacer fiestas en su casa o quién era el portador de las llaves de su piso en el barrio madrileño de Tirso de Molina.
Pero los excesos de drogas y alcohol y tabaco pararon en seco cuando el artista sufrió un ictus a principios de los 2000, lo cual provocó en él una profunda depresión. Conocemos como logró superarla y como fue la su sensación tras pisar el escenario después de todo lo ocurrido.