Anna entra en coma tras un accidente y, a pesar de su delicado estado, su familia decide que todos sus cuidados se lleven a cabo en la casa familiar. Desde su cama, y tratada con un inmenso mimo y amor por parte de todos los miembros de la familia Borghi, Anna se convierte en el eje alrededor del cual gira la vida de sus seres queridos, influenciando sus interacciones y decisiones diarias.
Un día, llega a la casa Ágata, una joven enfermera que viene para cuidar de Anna. Ágata, huyendo de un pasado problemático, también tiene la intención de descubrir la verdad sobre su madre, Maurizia, una amiga de Anna que desapareció hace muchos años sin dejar rastro.