En un mundo donde los desterrados como Fate Graphite sufren maldiciones, él carga con la "Gula" que lo condena a un hambre insaciable. Su vida cambia drásticamente cuando, en un acto desesperado, consume la fuerza y el alma de un ladrón al asesinarlo. Ahora, Fate se enfrenta a la dualidad de sus nuevos poderes: la posibilidad de controlar su destino si logra dominar estos oscuros y voraces dones.
A medida que Fate explora los límites de sus habilidades recién descubiertas, se adentra en un viaje de autodescubrimiento y redención. Con cada paso hacia el dominio de su destino, se enfrenta no solo a los desafíos externos que lo acechan, sino también a las sombras internas que amenazan con consumirlo.