Gonzalo, el padre de Cristina y esposo de Luciana, muere inesperadamente frente a ellas. Desesperadas, deciden ocultar su cadáver y falsificar su testamento para evitar problemas legales y familiares.
Mientras intentan mantener el secreto, tendrán que evitar a la vecina cotilla, el interés del policía enamorado y la presencia del ex entrenador de fútbol, que podrían descubrir la verdad.