Tras 30 años de matrimonio y dos hijos en común, Miren abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. Esta grave acusación desencadena un conflicto profundo en la familia, obligando a los hijos a tomar partido entre creer en su madre o apoyar a un padre que vehementemente defiende su inocencia.
La historia sigue el proceso judicial, donde cada paso del caso judicial refleja y afecta el viaje personal y emocional de la familia. En su búsqueda de la verdad, los personajes se ven obligados a confrontar secretos ocultos, lealtades divididas y la complejidad de las relaciones familiares, desvelando un drama intenso sobre la verdad, la justicia y el dolor que puede causar la traición.