Cuando la mayor explotación ganadera del mundo se queda sin un heredero claro, estalla una feroz disputa entre los clanes familiares rivales, todos ansiosos por hacerse con el control del vasto y lucrativo terreno. Las tensiones entre las familias, alimentadas por viejos resentimientos y ambiciones, se intensifican a medida que cada grupo lucha por demostrar su derecho a heredar.
La falta de un liderazgo claro amenaza con desestabilizar la explotación, poniendo en riesgo no solo su futuro económico, sino también el equilibrio social de la región.