"Sons of Anarchy" se centra en un grupo de moteros llamados Los Hijos de la Anarquía, en el que nuestro protagonista, Jax Teller es el vicepresidente. Jax es un joven que forma parte de esta organización criminal, la cual hace tratos con Neonazis, Tríadas chinas, Mafia rusa, el IRA e incluso Cárteles mexicanos, pero a diferencia de otros de sus compañeros Jax tiene ciertos remordimientos e inicialmente se muestra contrario a traspasar los límites de sus compañeros. Hacia muchísimo que no disfrutaba tanto de una serie de esta magnitud, una serie que me involucra y me veo reflejada, me cautivo por su trama policiaca y vueltas de tuerca, me obsesiono por su crueldad y me hizo sensibilizarme por los miembros del grupo del cuál sus vidas penden siempre de un hilo, las 7 temporadas que dura esta obra maestra de la televisión, logra atar cabos sueltos y dejarnos con ese gusto de querer mas de esta serie.
Es cautivadora y más allá del bien y del mal te hace reflexionar sobre que el bien y el mal no es un hecho objetivo sino que dependerá de cada uno a causa de donde se haya criado, la educación que haya recibido y múltiples factores más. Por otro lado, la trama es super adictiva y es que hay muchos giros inesperados que te harán no poder despegarte de la pantalla. Los negocios son muy cambiantes y el club requiere de un constante cambio para adaptarse a las nuevas situaciones que van viniendo. Nos habla del poder, sacrificio, de la amistad, de la lealtad, de la traición, de las relaciones familiares, del amor en todas sus vertientes, de los lazos invisibles que nos unen, de la manipulación, de la mentira, del destino, del odio, de la máxima maquiavélica de lo importante es el fin, sin importar los caminos, todo esto insuflado de un sentido trágico, de dilemas morales, y regado de algunas dosis de humor desengrasante, esto se pierde con el paso de los episodios.
Kurt Sutter logro con esta serie respetar sus trabajos, cada capitulo es tan importante como el otro, todo lleva a un fin que lo deja todo hasta el final, punto aparte la brillante musicalización que cada vez que uno la vuelve a escuchar te presenta en la retina los momentos memorables de esta serie. Es todo un acierto, se revisitan los clásicos de toda la vida magistralmente interpretados y renovados para la ocasión, con otras perlas musicales desconocidas por estos lares. La estética es espectacular, las actuaciones de todos los personajes, las mentiras, las traiciones, la acción, las muertes, las tristezas que abarca, todo suma mucho a la hora de rendir cuentas. Es increíble como le puedes llegar a coger tanto cariño a cada uno de los personajes, y como notas que cada vez que va quedando menos para que acabe, te va doliendo más. Es muy difícil que una serie te transmita todo eso.
Las actuaciones son impecables, Charlie Hunnam es Jax Teller, el protagonista e hijo del fallecido miembro fundador, Jhon Teller, y de Gemma (una especie de matriarca dentro del club). Jax es el único personaje que no encaja en un principio, sus andares de rapero con su chupa de cuero, sus ganas de cambiar las cosas y de caerle bien al público. Pero poco a poco, y como si lo hubiésemos visto nacer, va evolucionando y nos olvidamos de su cara de niño bueno, nos vamos adentrando en un personaje cada vez más oscuro, o al menos más maduro. Acaba bordando su papel. Ron Perlman como Clay Morrow, Có-fundador, presidente y padrastro de Jax. Un personaje difícil de querer y fácil de odiar, "el villano de los villanos", pero también el gancho de la serie. Katey Sagal es Gemma, personaje redondo, fuerte e impasible. Conoce la historia del club desde sus inicios, ya que fue la mujer del anterior presidente, y esposa del nuevo. Es necesario verla en acción para darse cuenta de su grandeza. Kim Coates hace de Tig, mano derecha de Clay, encarna todas las perversiones posibles en una persona, irritante, pero increíblemente encantador. Uno de los personajes más turbulentos, odiado y querido a partes iguales. Theo Rossi es Juice, aunque algo más secundario, despierta simpatías, joven y inocente en comparación con el resto del grupo, pero no deja de ser un chico malo. Tommy Flanagan como Chibs, más secundario de lo que me gustaría. Es sin duda, uno de los personajes que más me gustan de la serie, su marcado acento irlandés es una de las cosas que más caracteriza a este personaje. Muy fiel a Jax, y a la parte más "light" del grupo, aunque no deja de ser rudo y violento como los demás integrantes. Ryan Hurst es Opie, mejor amigo de Jax, distante del club en un principio. Uno de los personajes más queridos por el público y por los que le rodean. Mark Boone Junior es Bobby, representa la cordura y el sentido común entre tanto disparo y acción desenfrenada. Maggie Siff como Tara, doctora y amor de adolescencia de Jax, tampoco parece encajar en un principio. Lo mejor de este personaje, en mi opinión, es su relación con Gemma.
En definitiva, es brutal, intensa, emocionante, intrigante, con actuaciones Impresionantes. El guión está lleno de sorpresas y giros increíbles. Lo mejor es que el final de cada episodio, hace que te mueras de ganas de empezar el siguiente. No decae en ningún momento, siempre aparecen nuevos motivos y situaciones, nuevos enredos entre bandas, entre egos, entre filosofías que chocan, con una tensión que llega a límites insoportables. Se percibe una química especial entre los actores, hay magia, hay épica, hay una frescura que irradia buen rollo entre tanto lío, odio, traición y desesperanza. Es un Hamlet a la americana, con otro tipo de fantasmas y dilemas, en un mundo real y a la vez paralelo, más próximo al Western que a Al capone, pero tiene de ambos.