El protagonista de este aclamado drama de la HBO es Nate Fisher Jr. (Peter Krause, 'Parenthood', 'Sexy Money') cuyo padre, dueño de la funeraria que es el negocio familiar, acaba de morir y lega esta tanto a él como a su hermano David (Michael C. Hall, 'Dexter'). La familia Fisher también está formada por la recién enviudada Ruth (Frances Conroy, 'Cómo conocí a vuestra madre', 'American Horror Story') y su hija Claire (Lauren Ambrose, 'Torchwood', 'Cinco en familia').
Por un lado, la serie es un drama familiar convencional que trata con temas tales como las relaciones sentimentales, las infidelidades o la religión. Pero al mismo tiempo, se distingue por su siempre presente tratamiento del tema de la muerte, explorado a varios niveles. Cada episodio comienza con una muerte -cualquier causa, desde un accidente en la piscina a un infarto-, y esa muerte, normalmente, establece el tono que tendrá el episodio haciendo a los protagonistas reflexionar sobre sus vidas, problemas, penas y alegrías, alentados por el eterno miedo a lo que pueda haber tras la muerte. Todo esto, acompañado con fuertes dosis de humor negro y atmósferas surrealistas.
Una técnica recurrente de esta serie es la de alguno de los personajes teniendo conversaciones con otros que ya están muertos. Por ejemplo, Nate y David hablan en numerosas ocasiones con el personaje que ha muerto al comienzo del episodio mientras lo embalsaman. Pero, sobre todo, el personaje muerto que vuelve más veces del Más Allá para ayudar a los Fisher a reflexionar es el difunto padre de familia Nathaniel Fisher Senior (Richard Jenkins, 'The Visitor', 'Quemar después de leer'). El creador de la serie Alan Ball ('True Blood', 'American Beauty') describe estos particulares momentos como conflictos internos de los personajes externalizados de forma conversacional.