En el pequeño pueblo de Bridgewater, Iowa, una nueva familia acaba de llegar. No hay nada raro en los Holland, el padre, la madre, los niños y una furgoneta. Clase media Americana. Todo parece normal, pero la familia esconde un secreto. Para empezar su apellido no es Holland.
Hace unas semanas, Paul era un exitoso abogado, y Lily, su mujer, era la propietaria de una galería de arte en la ciudad en la que vivían, Maryland. Esa vida confortable se hizo añicos la noche en la que Paul fue acusado del asesinato de Erin Baxter, una joven compañera de su firma de abogados. Paul, que niega su culpabilidad, debe huir con su familia y comienza una búsqueda de la verdad mientras que intenta proteger a su familia amenazada.
Ahora comienza una nueva vida para ellos, la vida fácil se ha acabado y van a tener que aprender a superar todos los obstáculos de vivir en constante huída. Robar coches, monitorizar canales de la policía y contar grandes mentiras acerca de su pasado formarán parte de su día a día. Para sus hijos, abandonar los amigos, el cambio de colegio y las rutinas jugarán un papel importante. El mayor, Henry ha tenido que abandonar a su novia Kylie; Tommy, el pequeño, tiene problemas para acordarse de su nueva identidad y Hanna parece ser la única que prefiere la posibilidad de crear una nueva vida en la que no se sienta una marginada.
En la familia surgirán las tensiones y la incomprensión de vivir en una huída constante, pero hay algo positivo en todo esto, antes estaban distanciados y con muchos resentimientos entre ellos. Ahora están forzados a depender los unos de los otros y confiar entre ellos.
El caso del asesinato ha sido asignado a Angela Huntley, considerada una de las mejores agentes de US Marshal. Angela va a dedicarse a tiempo completo a encontrar a Paul Rader y su familia.