Esta producción de éxito de Telecinco está ambientada en el interior de la Península Ibérica -aunque parezca que nos han llevado al Lejano Oeste-, en una Extremadura de 1875 donde dos hermanos deciden volver al lugar de donde proceden para dejar atrás una vida entera de delitos y hurtos.
Cesar (Alex García) y Román Bravo (Junio Valverde) son estos dos hermanos que, tras un intento de robo fallido en Portugal donde pierden a todos sus hombres, recapacitan y deciden poner fin a un estilo de vida del que no se sienten especialmente orgullosos. Así, deciden volver a Tierra de Lobos, la región que les vio nacer. Esta buena voluntad se ve truncada cuando al llegar conocen al cacique local Antonio Lobo (Juan Fernández), que controla las tierras y, en consecuencia, a los campesinos que habitan la zona, a los que explota.
Ante el temor de que la llegada de estos forasteros pueda poner en peligro el poder que ostenta, Lobo -con la ayuda de su mano derecha Aníbal (Antonio Velázquez)- emprende una cruzada personal contra ellos. Su odio por los hermanos Bravo es desmesurado, y sin ni siquiera saber que el mayor de ellos está teniendo un romance con Almudena (Silvia Alonso), una de sus cuatro hijas.