Oz: El agujero negro de la sociedad americana.
La problemática carcelaria es una excelente base para realizar series y películas, con ejemplos tan conocidos en el campo televisivo como Prison Break o el éxito actual Orange is the New Black, que desarrollan sus tramas en el escenario opresivo de un confinamiento de muchos delincuentes en un espacio muy reducido.
Oz ha sido la serie mas rompedora dentro de este genero, abriendo caminos narrativos y visuales inexplorados hasta su aparición, aprovechando al máximo la libertad de emitirse en la cadena de pago HBO, pudiendo mostrar sin ningún tipo de tapujos escenas de violencia brutal y desnudos integrales que estaban completamente vetados en las cadenas tradicionales, incluyendo las de cable básico. Aunque mucha gente piensa eso, no fue la primera serie dramática producida y creada por la HBO ( dicho honor pertenece a Phillip Marlowe, Private Eye ( 1983-1986)), si que hay que reconocer que fue la que puso en marcha la enorme maquinaria de televisión de calidad en la que se ha convertido HBO, de la que Oz fue la primera piedra.
Todas estas razones hacen mas que justificado que dediquemos nuestro espacio del viernes a recordar una serie que se ha convertido en una serie idolatrada en muchos sectores por todo lo que es y ha representado y que vamos a intentar desmenuzarles a continuación. Bienvenidos al mundo de Oz, donde muchos entran y no sale casi nadie.
Oz es un microcosmos en el que están reflejados los diferentes grupos sociales que coexisten en América, pero que en el exterior lo hacen de forma bastante segregada por territorios, mientras que en la prisión se ven obligados a convivir, creando muchas tensiones que pueden explotar por multitud de sitios.
Las dinámicas entre los diferentes grupos sociales representados y con los guardianes y cuidadores que los vigilan y controlan, son el centro sobre el que giran las tramas sociales, las comunidades se diferencian por raza, grupo étnico o religión y en Oz, las mas importantes son los latinos, negros, musulmanes negros, italianos, irlandeses, racistas arios y gays , ademas de algunos independientes que van sobreviviendo como pueden dentro de esa amalgama de credos y razas.
Solo leyendo los grupos representados ya se pueden imaginar los conflictos que se van a crear solo por respirar el mismo aire, de gente que son enemigos irreconciliables en el exterior y que están obligados a convivir en la misma unidad carcelaria.
El poder y el control son los motores que mueven a todos esos grupos y a sus lideres para aprovechar el mas mínimo resquicio para incrementar el mismo a costa de algún grupo enemigo, las herramientas que utilizan son la violencia y el sexo con las que intentan dominar al resto de la gente y no dudan en matar o asesinar a cualquier persona que se interponga en sus planes.
La serie tiene una estructura diferente en la que un narrador paradójico, nos presenta el tema sobre el que va a versar el episodio y nos cuenta historias sobre el mismo, al principio de cada uno de los actos, que son desarrollados a continuación a base de historias cortas mas o menos cerradas, que se van sucediendo en el capitulo. La forma de expresión preferida de casi todo el mundo es a través de la violencia que se representa en multitud de facetas, en el siguiente vídeo, pueden ver el caso típico del abusón porque si, que escupe cada día en el plato de un preso mayor e indefenso, sin ningún otro objetivo que reafirmar su posición superior en el escalafón de la prisión.
Mi imagen era como una especie de Battle Royale carcelario, para ver quien sobrevivía , matándose entre ellos y del que no podía escapar nadie, con unos guardianes que básicamente retiraban los cuerpos y limpiaban la sangre, y que con el paso del tiempo pierde su frescura inicial y se hace mucho mas previsible.
OZ era algo completamente distinto a lo que se había visto hasta ese momento en televisión. Era una serie que te pedía ver el siguiente capítulo, generador de cliffhangers. Pero, sobre todo esta serie marcó una época de oscuridad que nunca se había visto en la pequeña pantalla. Las series ya no tenían que tener un componente de esperanza, sino que la crudeza de la realidad se convertía en un atractivo inesperado.
Una serie que marcó el camino
Pero sería 1997 el año que se marcaría un antes y un después. HBO estrenaba una serie llamada OZ que no sería parecida a lo que se había visto hasta ese momento. Una ficción que le demostró a la plataforma el camino que debía seguir si quería competir con los grandes productores de series de televisión. Nacerían así después otros recordados proyectos como Los Sorprano, A dos metros bajo tierra,The Wire y Sexo en Nueva York, que romperían con lo tradicional de las series de televisión.
No se imaginen que OZ es una bonita serie colorida sobre el mundo de El mago de Oz. Sin duda, el nombre hace un guiño a aquel mundo, pero olvídense de los colores. La serie narra las vivencias dentro de una prisión de alta seguridad llamada Oswald State Correctional Facility. Concretamente habla del nivel cuatro, donde se encuentran los asesinos más peligrosos, llamada Emerald City. De ahí que la serie tome el nombre de ese mundo creado por L. Frank Baum