Cuando Becca Winstone (Ashley Judd, ‘Territorio prohibido’) se entera de que su hijo Michael (Nick Eversman, ‘Híncame el diente’) ha desaparecido mientras estaba estudiando en el extranjero, emprende un viaje a contrarreloj hacia Europa para conseguir seguirle la pista y encontrarlo sano y salvo. Sin embargo, durante la búsqueda, un giro inesperado de los acontecimientos pondrá de manifiesto hasta dónde sería capaz de llegar una madre para proteger a su familia.
Cuando tenía tan solo ocho años de edad, Michael vio como su padre, el agente de la CIA Paul Winstone, fue asesinado. Tras perder a su marido Becca tuvo que criar sola al pequeño y entre madre e hijo se estableció un vínculo muy especial. Por ello, cuando el joven Michael desaparece en extrañas circunstancias a pocas semanas de su marcha, Becca sospecha que algo malo ha pasado.
A su llegada a Roma reunirá y tratará de encajar las pistas que su hijo ha dejado atrás haciendo importantes avances en su investigación. No pasará mucho tiempo hasta que los secuestradores de Michael se den cuenta de que la mujer a la que se enfrentan no les va a poner las cosas nada fáciles, ya que Becca guarda un importante secreto: al igual que su marido, ella también trabajaba como agente de la CIA.