El Hormiguero cierra la semana con uno de sus invitados más ilustres. Tras la comentada entrevista a Plex, el programa de Pablo Motos recibió a Karlos Arguiñano. El exitoso cocinero acudió al exitoso formato de Antena 3 para presentar su nuevo libro, Cocina 10 con Karlos Arguiñano, y hacer un repaso a su trayectoria en televisión. El vasco lleva 35 años en la pequeña pantalla con el mismo humor y carisma que siempre le ha caracterizado, algo que muy pocos pueden decir.
A pesar de llevar más de tres décadas en televisión, el programa del cocinero, Cocina abierta de Karlos Arguiñano, sigue siendo líder de audiencia en su franja horaria. De hecho, es uno de los formatos más seguidos por los espectadores al anotar casi siempre el 20% de cuota de pantalla. Cocina, humor y una corta duración son las claves de Arguiñano para cautivar a la audiencia. "Prefiero salir de payasete, diez segundos. A la gente no se le puede aburrir", reconoció a Motos.
"Me dejó a deber 60 millones de pesetas": Karlos Arguiñano cuenta en 'El Hormiguero' como le estafaron al principio de su carreraTras hablar de su nuevo libro y la sana competencia con su hijo Joseba, quien compite en ETB contra el programa de su padre, Motos quiso descubrir el secreto de Arguiñano para empezar el día con buen humor. "Desayunar", respondió enseguida el cocinero. Una respuesta con la que muchos espectadores seguro que se sintieron identificados aunque había un pequeño matiz. Los desayunos de Arguiñano son elaborados y no entra el café, ya que eso le parece "de estudiantes".
"Tengo que ir a la sartén. Voy al gallinero, que lo tengo a 30 metros, cojo el huevito, que muchos días está templadito, y lo pongo en la sartén. Me suelo hacer un huevo frito, revuelto o tortilla, con un poquito de cabeza de jabalí, cebolleta fritita", afirmó Arguiñano ante la atenta mirado de Motos. Un desayuno algo habitual en muchos espectadores, pero que tiene un pequeño detalle que desveló a continuación: "No me cuesta nada hacer eso, es más, lo hago en pelotas".
Ante la sorprendente confesión, el público comenzó a reírse y una de las hormigas comentó "que el huevo salta". "Salta el agua, el huevo no me salta, ya me gustaría que me saltara el huevo", respondió entre risas el cocinero. "Cocinar así, es libertad, cocinar en pelotas. Vestido vas a cualquier lado", recalcó Arguiñano, que dejó claro que lo hace solo si está solo. "Es más natural, más íntimo. ¿Desayunar en pelotas también?", añadió Motos.
"Si estoy solo es mi momento. Cocinar y desayunar en pelotas es lo más. No sé cómo lo hacéis los demás. En bolas son unas emociones", sentenció Arguiñano con su característico toque irónico. Además, el cocinero agradeció a los espectadores el cariño que siempre le han mostrado: "A mí me han hecho feliz los que me ven todos los días", afirmó.
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